La vida de Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia, ha dado un giro radical desde que su hija alcanzó la realeza. De ser una mujer discreta y tranquila en su hogar de Benidorm, ha pasado a convertirse en una figura habitual en los círculos más exclusivos de Madrid, donde se ha dejado ver en múltiples ocasiones con su hija Telma Ortiz o su pareja, Marcus Brandler. Esta nueva faceta de su vida le ha permitido disfrutar de un estilo más sofisticado, aunque no sin generar ciertas controversias.
En la actualidad, Paloma vive en Murcia. Se trasladó allí con su pareja, Marcus Brandler, en lo que ha sido una mudanza temporal mientras le reforman una vivienda que se ha comprado en Madrid. Pero esta huida no le ha servido para dejar atrás algunos problemas que contrajo en la capital y que, por lo que nos cuentan, seguirá latente cuando vuelva.
Paloma Rocasolano abusa de su estatus en las tiendas de lujo de Madrid
Paloma, cuando vivía en Madrid, era conocida por su presencia en la zona de Salamanca, uno de los barrios más lujosos de la capital, donde frecuentaba tiendas de alto nivel. Su rutina la llevaba a visitar boutiques de cosméticos y productos exclusivos que se encuentran al alcance de muy pocos, algo que se había convertido en una constante en su vida. En este entorno, no era raro ver a Paloma, siempre rodeada de lujo, que parecía haberse adaptado perfectamente al entorno de la Milla de Oro madrileña.
Su estatus como madre de la reina, le ha permitido moverse con soltura entre las élites, disfrutando de tratamientos de belleza en los centros más exclusivos de la ciudad, los cuales contribuyen a su impecable imagen. De hecho, se ha hecho habitual que, en varias de sus apariciones, Paloma luzca un estilo cuidado y perfectamente definido, al que parece no faltarle detalle. Además, es sabido que la influencia real le ha permitido acceder a productos sin necesidad de pagarlos, utilizando su cercanía a la familia real como una vía para obtener beneficios.
Paloma Rocasolano sigue sin pagar las facturas pendientes
No obstante, esta actitud generó ciertas tensiones en los círculos de lujo. Varias tiendas de Madrid empezaron a reclamar públicamente el pago de las facturas impagadas por Paloma. Según las informaciones filtradas, varias boutiques se habrían visto obligadas a enviar cartas a Zarzuela pidiendo que se abonen los productos adquiridos.
Unas comunicaciones que siguen enviando, pero sin éxito. Al menos por el momento. Aunque vive en Murcia, la sombra de sus deudas y las tensiones con los establecimientos de Madrid no parecen disolverse.