Paloma Rocasolano nació en una familia humilde, sin grandes lujos ni comodidades. Creció en un entorno sencillo, donde nunca habría imaginado que su vida cambiaría de forma tan drástica con el paso de los años. Su vida dio un giro inesperado cuando su hija Letizia, que en ese momento era periodista en TVE, conoció al entonces príncipe Felipe. La relación entre ellos floreció rápidamente, y apenas un año después, contrajeron matrimonio. Este evento marcó el inicio de una nueva etapa, no solo para Letizia, sino también para toda su familia. Desde entonces, Paloma Rocasolano se convirtió en el centro de atención de los medios, una mujer que, hasta ese momento, había llevado una vida muy discreta, trabajando como enfermera hasta su jubilación.

Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano en la confirmación de Sofía
Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano en la confirmación de Sofía

El matrimonio de su hija transformó por completo la vida de Paloma, quien pasó de ser una persona desconocida a una figura pública de gran relevancia. Las cámaras comenzaron a seguirla y pronto empezaron a aparecer imágenes de ella en la prensa. En muchas de esas fotografías se la veía disfrutando del sol en la playa, luciendo una figura admirable y con su habitual estilo relajado, rodeada de sombrillas, sillas de playa y una nevera llena de bebidas y bocadillos. Sin embargo, esa etapa de su vida, llena de momentos más tranquilos y privados, parece haber quedado atrás, y la mujer que conocemos hoy es muy distinta a aquella Paloma Rocasolano que gozaba de un anonimato sencillo.

En la actualidad, Paloma se mueve con gran soltura por los exclusivos círculos sociales del barrio de Salamanca, uno de los lugares más sofisticados y lujosos de Madrid, conocido también como la "Milla de Oro". Es habitual verla en los restaurantes más prestigiosos de la ciudad, así como en las boutiques de moda más selectas. Además, ha decidido someterse a varios tratamientos estéticos con el fin de mantener una apariencia juvenil y cuidada. La fama de ser madre de la reina de España le ha brindado numerosos privilegios, los cuales disfruta con gran visibilidad. No solo disfruta de la posición que le otorga este nuevo estatus, sino que también acompaña a Letizia en varios de sus compromisos oficiales, aprovechando las oportunidades que estas circunstancias le brindan.

Paloma Rocasolano se lleva toda la ropa de marca sin pagar 

Uno de los privilegios más notorios que ha logrado obtener es su participación regular en los showrooms de una reconocida marca de moda en Madrid. Cada quince días, madre e hija asisten juntas a estos exclusivos eventos, donde ambas reciben un trato preferente y tienen acceso a un catálogo exclusivo de prendas, que son confeccionadas específicamente para ellas. En estos eventos, Paloma puede elegir ropa a medida, con un énfasis en la talla 36, la más pequeña disponible. Estas visitas le han permitido renovar su vestuario de manera considerable, acumulando una gran cantidad de ropa de alta gama, de marcas exclusivas.

Se estima que en el transcurso de un año, Paloma ha llegado a acumular un valor de hasta 8.000 euros en ropa, gracias a estas visitas a los showrooms. Este comportamiento ha sido objeto de críticas por parte de algunos, quienes consideran que Paloma se aprovecha de su relación con su hija y su nuevo estatus para obtener estos beneficios. Además, se dice que Letizia, por su parte, no ha sido capaz de confrontar a su madre sobre este comportamiento, lo que ha generado cierta incomodidad en los círculos cercanos a la familia real. En algunos eventos y actividades, la presencia de Paloma no es bien recibida, debido a su actitud y a la percepción de que está aprovechándose de su posición. A pesar de las críticas, Paloma continúa disfrutando de estos privilegios sin que aparentemente su hija haya intervenido en la situación.

Paloma Rocasolano
Paloma Rocasolano