La presencia de Paloma Rocasolano en la Zarzuela ha sido una constante desde que nacieron la princesa Leonor y la infanta Sofía. Ha compartido tanto tiempo en el Pabellón del Príncipe como la propia reina Letizia y el rey Felipe, consolidándose como una figura cercana a las niñas. Incluso la reina Sofía, a pesar de vivir en su ala personal, no ha pasado tanto tiempo en el domicilio de su hijo.
De hecho, podemos decir que Sofía ha sido ‘apartada’ de la vida diaria del núcleo duro de la familia real. Un episodio revelado por Pilar Eyre ilustra la tensión existente, cuando se impidió la entrada a la reina Sofía para ver a sus nietas. “Letizia se hartó, contrató una enfermera especializada en recién nacidos para las niñas y la burbuja de felicidad estalló la tarde en que Sofía se presentó en la casa con una caja de juguetes que habían sido de sus hijos. ‘Vengo a ver a mis nietas’, le dijo a la niñera que le abrió la puerta. ‘La señora ha salido...’, le contestó esta y cuando la reina iba a entrar, la pobre chica tuvo que ponerse de escudo humano. ‘Usted no está en la lista de personas autorizadas a venir en su ausencia’”. Paloma Rocasolano nunca ha enfrentado restricciones similares.
Paloma Rocasolano, reina de los privilegios en Zarzuela
La presencia constante de Paloma Rocasolano en la vida de las niñas se debe, según Mariángel Alcázar, a su estricto cumplimiento de las directrices de alimentación y horarios impuestas por Letizia. Esta influencia en la crianza de la princesa y la infanta ha generado fricciones con la reina Sofía, quien tiene su propio criterio en estos asuntos. Y mientras tanto, Paloma Rocasolano incluso cuenta con sus propias habitaciones en la Zarzuela, lo que le otorgaba una posición privilegiada.
Pero esta posición privilegiada de Paloma se ha desvanecido tras las revelaciones de Jaime del Burgo. Letizia ha perdido gran parte de su poder, mientras que el rey ha restringido las visitas a palacio. No quiere a nadie ajeno al núcleo familiar rondando por los pasillos de su casa y tampoco que nadie se quede durante tiempo prolongado en Zarzuela. Una medida tomada en gran parte por Paloma. Felipe, que hasta hace poco había mantenido una excelente relación con su suegra, ya no confía en ella, después de hayan salido a la luz informaciones que la sitúan como aliada de Letizia en sus infidelidades.
Acceso restringido a Zarzuela para Paloma Rocasolano
Así las cosas, la madre de la reina se ha visto obligada a limitar sus visitas a cuando Felipe VI no está en casa o cuando se encuentra en los aposentos de su madre, donde suele pasar muchas horas y noches desde hace un tiempo. Del mismo modo, Felipe tampoco quiere compartir mesa con su todavía esposa o con su suegra. Ahora ven obligadas a comer y cenar en solitario en palacio, u organizar encuentros en solitario fuera de él cuando está Felipe VI.