Letizia se ha convertido en la reina más querida de toda Europa, y eso que los Borbón pensaron que una plebeya nunca podría estar a la altura. Se aplaude su elegancia y su estilo. Ha logrado ensombrecer a la reina Sofía, ya nadie se acuerda de ella. Incluso al mismísima Felipe. Es una mujer muy ambiciosa y consigue todos sus propósitos. Tal vez por este motivo se ha iniciado una campaña de desprestigio para apagarla.

La reina guarda una gran similitud con su madre. Paloma Rocasolano y ella tienen una excelente relación. Su complicidad es máxima desde que era una niña, aunque hubo un tiempo que era más de Jesús Ortiz, y es que durante su niñez, la enfermera jubilada era la que las ponía más rectas. La ex del periodista siempre ha puesto mucha mano dura en casa, especialmente con sus tres hijas. Igual que ha hecho la reina con Leonor y Sofía, Paloma también controlaba mucho su alimentación y las obligaba a estudiar todos los días. Se enfadaba mucho cuando suspendían.

Letizia de joven

La conflictiva adolescencia de Letizia 

Paloma Rocasolano se enfadó mucho con Letizia en su juventud. La adolescencia de la reina fue muy complicada. Empezó a fijarse en hombres y llegaba siempre tarde a casa. Aunque nunca ha fracasado en sus estudios ni en el trabajo, era una joven muy juerguista. Le gustaba mucho una fiesta y bailar hasta altas horas de la madrugada. A los 17 años se enamoró de su profesor de instituto y huyó de casa, fue un gran disgusto para sus padres.

Dicen que Paloma Rocasolano tenía fama de mano dura. En más de una ocasión a Letizia, y a Telma y Erika les ha soltado un bofetón en la cara. Jesús Ortiz era el que intentaba mediar entre ellas, pero tampoco se metía demasiado, sino también discutía con él, prefería llegar tarde a casa. La enfermera era quien se ocupaba principalmente de las niñas y de la casa, además de su trabajo.

Alonso Guerrero y Letizia