Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia, ha cambiado considerablemente a lo largo de los años, y su actitud parece haber evolucionado en consonancia con su nueva posición dentro de la Casa Real. En el libro *Adiós, Princesa* de David Rocasolano, se relatan detalles sobre su familia, describiéndolos como personas de origen muy humilde. De acuerdo con David, quien tuvo grandes diferencias con Letizia y sufrió el rechazo de la familia por sus revelaciones, los Ortiz Rocasolano vivieron tiempos de gran escasez. Una de las anécdotas más impactantes es la imagen de las primas de David, las hijas de Paloma, cubiertas con mantas y abrigadas con calcetines gruesos porque en su casa hacía tanto frío que ni siquiera podían permitirse encender el brasero. La situación económica era tan precaria que la comida era siempre la misma: acelgas. De hecho, David recuerda que no le gustaba quedarse a comer allí por esa razón. En el pueblo ya se referían a la familia como "los acelgas" debido a lo común de este plato en su hogar.
En su libro, David Rocasolano describe cómo la vida en la casa de los Ortiz Rocasolano giraba en torno a la austeridad. Los escasos recursos obligaban a la familia a vivir en condiciones difíciles. A menudo, cuando él visitaba a sus primas, las encontraba cubiertas con varias capas de ropa para soportar el frío y, según cuenta, su dieta diaria estaba compuesta principalmente de acelgas. Las limitaciones económicas eran evidentes, y el contraste con la vida actual de Paloma Rocasolano es enorme. A pesar de las dificultades de su pasado, la madre de Letizia siempre ha proyectado una imagen altiva, especialmente desde que su hija ascendió al trono de España.
Paloma Rocasolano se ha olvidado de sus orígenes y se aprovecha de la corona
Las costumbres de Paloma también reflejaban una vida modesta. Se recuerda, por ejemplo, que cada verano pasaba vacaciones en Benidorm con sus padres. Paloma se levantaba muy temprano para ir a la playa, llevando consigo todo lo necesario para asegurarse un buen sitio cerca de la orilla: sombrilla, silla plegable, y una nevera con comida y refrescos. Esta imagen es muy diferente a la Paloma actual, que lleva un estilo de vida lujoso, disfrutando de restaurantes de alta cocina, tratamientos estéticos y residencias más espaciosas que su antigua buhardilla en Madrid. También ha viajado a destinos exclusivos, como los Emiratos Árabes, en compañía de su familia o de su pareja actual, Marcus Brandler, un hombre con quien comparte una vida acomodada.
A pesar de que Paloma Rocasolano disfruta de su posición como madre de la reina, ha habido ciertos escándalos asociados a su comportamiento. En el libro *Los silencios de Letizia*, el cronista Jaime Peñafiel menciona cómo Paloma solía utilizar su vínculo con la reina para evitar multas o recibir beneficios, diciendo a las autoridades: "Soy la madre de Letizia". Esta conducta llevó a tensiones con su hija, quien, al enterarse, le prohibió usar esa frase para evitar privilegios. No se sabe si la reina ha perdonado a su madre por estos incidentes, pero el cronista también recuerda otro episodio en el que Paloma fue sorprendida copiando en un examen de historia, y nuevamente intentó utilizar su conexión familiar como excusa, afirmando que no podían sancionarla por ser "la madre de Letizia”. Le quitaban multas por aparcamiento o alguna por superar la tasa de alcohol al volante en un control de alcoholemia.