Paloma Rocasolano está muy preocupada por la campaña de desprestigio que se está llevando a cabo en los últimos meses contra Letizia. Madre e hija tienen una gran complicidad y no soporta verla sufrir. Desde que se ha revelado esa supuesta infidelidad de la reina al rey con Jaime del Burgo, la madre de Leonor y Sofía no sale de casa si no es estrictamente necesario, sus amigas o incluso su madre tienen que venir a Zarzuela para sacarla por obligación. Se encierra en su despacho o en su habitación y no quiere saber nada de nadie. Apenas come, la preocupación en la familia es máxima. Y es que tanto Paloma como el resto de los Ortiz Rocasolano creen que esta campaña de desprestigio se ha iniciado desde Casa Real porque Letizia ha eclipsado totalmente a Felipe en cada una de sus apariciones institucionales. La reina se ha encontrado en una situación que no puede controlar. Se le ha escapado de las manos. La imagen que ha conseguido con ella es la de una mujer adultera, justo en el momento en el que se encontraba trabajando con su equipo de asesores para mejorar su imagen y acercarse más a la ciudadanía. Siempre ha pecado de su frialdad y falta de naturalidad.
Sin embargo, parece que hay alguien decidido a destruirla completamente. Lejos de los rumores de infidelidad, se han empezado a publicar otras informaciones de su pasado, especialmente en biografías no autorizadas. Los expertos en Casa Real hablan de la vida de Letizia antes de conocer a Felipe, pero también de los gustos que ha ocultado todo este tiempo. Letizia no está tan alejada de Juan Carlos y es que comparte algunas aficiones. Tal vez no le apasiona el esquí y la vela, dos deportes típicos de los Borbón, pero frecuenta cotos de caza, aunque nunca ha querido que se hiciese público.
A Letiiza siempre le ha gustado la caza, una afición que comparte con Juan Carlos
No obstante, uno de los aspectos menos divulgados sobre la reina es su gusto por la caza, una afición que comparte con Juan Carlos, quien se ha convertido en su adversario público desde que ella se unió a la monarquía en 2003. Este interés fue expuesto por el periodista Fonsi Loaiza, quien destacó que parte de los recursos públicos se emplearon para subsidiar reservas de caza privadas pertenecientes a individuos como Abelló, Botín y los March. "Se han destinado 6,5 millones de euros de fondos públicos para subvencionar las reservas privadas de caza de Abelló, Botín o los March. Los reyes Felipe VI y Letizia son seguidores de la 'actividad' de cazar animales”.
“La afición de Letizia por la caza y su gasto de más de 70.000 euros en armas”, era el titular. Aunque la Casa Real no comparte públicamente imágenes de los reyes practicando la caza, se menciona que han participado en esta actividad en varias ocasiones. Pilar Eyre, experta en la Casa Real, señala que la familia real, incluida Letizia, tiene un particular interés por las armas, llegando al punto de que Letizia le regaló a Felipe una Purdey, un arma diseñada para cazar animales. Este detalle revela una faceta poco conocida de la reina, quien, según Eyre, aprecia la emoción de esta actividad. "Hay una atracción tremenda de los Borbones por las armas. A don Felipe le enseñó a disparar su padre… hasta el punto de que Doña Pilar, la hermana de Juan Carlos, llegó un día a Zarzuela y vio a don Felipe disparando a unas latas, el padre le estaba enseñando, ella se echó las manos a la cabeza y le dijo: ‘Juanito, por dios, no otra vez no, acuérdate de nuestro hermano’ y a pesar de eso, continuaron y son grandes cazadores toda la familia caza. Incluso doña Letizia también caza”.
Y no sería la única, porque a Paloma Rocasolano también le interesa la caza. Ha acompañado a Letizia y a Felipe a muchos cotos de caza y ha probado suerte, alguna pieza se ha llevado a casa, aunque acabase con las manos ensangrentadas.