Paloma Rocasolano vivió varias décadas completamente sola desde que se divorció con Jesús Ortiz hace casi treinta años. El entonces matrimonio se divorció por diferencias irreconciliables. Todo se truncó cuando se marcharon a vivir a Madrid por los compromisos profesionales del periodista y abandonaron su Asturias natal. En 2021, la enfermera jubilada se enamoró de Marcus Brandler, un empresario alemán. Letizia ha recibido con muy buenos ojos esta relación, a diferencia de la de su padre con Ana Togores.
Letizia y Paloma Rocasolano derrochan una gran complicidad. Madre e hija están muy unidas desde pequeñas. La jubilada siempre la ha apoyado desde que se conoció su relación con Felipe VI y estuvo en el foco mediático, aplaudida por algunos y criticada por muchos otros. Casa Real nunca le tendió la mano, pero demostró que reina no se nace, sino se hace. Ahora mismo es la más querida y elegante de todas las monarquías europeas.
Paloma Rocasolano se queda en Zarzuela, Marivent y Baqueira
La reina siempre ha priorizado a su familia por encima de la de Felipe VI. Mientras se ha desvinculado de los Borbón, su madre siempre ha tenido un sitio predilecto en Zarzuela. Cuando se declaró el estado de alarma en España, Letizia obligó a su madre a instalarse en el Pabellón del Príncipe con ella y sus hijas. Vivió durante tres meses, pero no es el único privilegio con el cuenta.
Paloma Rocasolano tiene las llaves de todas las casas de los reyes. Letizia le permite instalarse en cualquiera de sus casas. A diferencia de Iñaki Urdangarin, la enfermera jubilada pasa varios días en algunas casas de los reyes, pero sin conocimiento de la reina Sofía.
Todos los veranos Paloma Rocasolano pasa unos días en Marivent, el palacio predilecto de la reina Sofía. No obstante, ella se aloja en la masía Son Vent, la que eligió Letizia para desvincularse de los Borbón. En invierno también se acerca a Baqueira Beret, donde Casa Real tiene otra casa familiar. A todos estos sitios viaja en compañía de Marcus Brandler, uno más en la familia.