Poco queda ya de aquella Paloma Rocasolano que conocimos cuando se hizo oficial la relación de Felipe VI con Letizia. La enfermera jubilada sabía que su hija llegaría muy lejos porque era una mujer muy ambiciosa, pero nunca pensó que se convertiría en la reina de España, la mujer más poderosa. Mientras que a Jesús Ortiz no le gustó mucho la idea, a la pareja de Marcus Brandler se le caía la baba, alardeaba de esta relación en todas partes. A partir de ese momento dejó de ser una persona anónima para ser perseguida prácticamente las 24 horas por las cámaras. Los medios de comunicación estaban interesados por conocer más de cerca a la madre de la entonces princesa y a todo su entorno.
Aún se recuerdan aquellas fotografías donde Paloma Rocasolano lucía una espectacular forma física en bañador en la playa de Benidorm. Uno de los lugares que más frecuentaba durante sus vacaciones. Iba todos los años en compañía de sus padres. Salía del apartamento a las siete de la mañana para coger sitio en primera línea. Ataviada con las sillas plegables, la sombrilla y la nevera con los bocadillos y los refrescos para pasar un día completo.
Paloma Rocasolano deja claro que es "la madre de la reina"
Ya no queda nada de aquella Paloma Rocasolano. Ahora luce vestidos caros, planes más exclusivos, se cuida mucho y viaja a miles de kilómetros de España. Su vida ha cambiado mucho más desde hace tres años, cuando inició una relación con Marcus Brandler.
Paloma Rocasolano se aprovecha mucho de la situación. Siempre que va a un restaurante, a una tienda o a un showroom, deja claro que es “la madre de la reina”, por si alguien no se había percatado. Quiere un trato mejor que el resto y probar cosas exclusivas que no están al alcance de todos los bolsillos.
Según la periodista Maica Vasco, una seguidora le informó que Telma Ortiz compró unos complementos para una boda en Cabo Verde en la tienda de su madre. A pesar de los múltiples intentos de contacto, incluyendo cartas enviadas a la Zarzuela, el pago nunca se efectuó. Como resultado, Telma Ortiz ha dejado una deuda pendiente en este establecimiento. Algo similar le sucede a Paloma Rocasolano. Se lleva vestidos por la cara y ya no los devuelve, igual que las cremas. Hay muchas tiendas de Madrid donde madre e hija ya no pueden entrar y dejan en ridículo a Letizia, ya que es ella quien finalmente tiene que pedir disculpas y evitar que se sepa este escándalo. Reciben cartas a Zarzuela por impago.