Paloma Rocasolano ha olvidado sus raíces. La madre de Letizia Ortiz no se parece en nada a aquella enfermera que conocimos en 2004, quien protagonizó las primeras portadas de revista en el papel couché. Dejó de ser una completa anónima a ser la mujer más buscada del momento. Siempre con el silencio por montera, la ex de Jesús Ortiz continuó con sus costumbres. Todos los veranos pasaba unas semanas en Benidorm junto a sus padres. Esa famosa portada que todo el mundo recuerda en la que aparecía en bañador mostrando una escultural forma física, como su hija, y entre las páginas se la podía ver saliendo del apartamento a las siete de la mañana junto a sus padres, protagonizando una de las imágenes más costumbristas de aquella época. La abuela de Leonor y Sofía llevaba la sombrilla, las sillas plegables y la nevera repleta de refrescos y bocadillos para pasarse el día en la playa.

Paloma Rocasolano GTRES
Paloma Rocasolano GTRES

La consuegra de la reina Sofía se ilusionó cuando su hija le confirmó que mantenía una relación con Felipe VI, sabía que Letizia llegaría lejos, pero en el ámbito del periodismo, no en la realeza. La popularidad pudo con ella y la frase que más ha repetido todo este tipo es “soy la madre de la reina”. Una frase para demostrar su poder. La utiliza siempre para conseguir llevarse cosas gratis, obtener descuentos, conseguir mesa en un restaurante, entre otras tácticas. Y es que Paloma se ha aprovechado de su profesión. Ha olvidado por completo sus orígenes asturianos. De hecho, ya ni tan siquiera vive en aquella pequeña buhardilla de 37 metros cuadrados en el centro de Madrid. Desde 2021 mantiene una relación con Marcus Brandler, un empresario de origen nigeriano. Con él ha dado la vuelta al mundo en estos últimos tres años y ha conocido lugares totalmente desconocidos para ella, incluso ha accedido a sitios exclusivos, aunque con su hija ya estaba acostumbrada. Ha viajado en yate o en avión privado. Digamos que se ha olvidado de los pobres. Ella ya no tiene ni un solo problema económico.

Paloma Rocasolano se aprovecha de los Borbón 

Paloma Rocasolano ha vivido largas temporadas en Zarzuela, especialmente cuando aún no conocía a Marcus Brandler. Pasó la cuarentena con su hija Letizia y sus nietas Leonor y Sofía. Allí vivió como una auténtica reina pidiendo al servicio de Zarzuela su manjar favorito, los bocadillos de caviar de beluga. Es un alimento que nunca falta en las navidades de la familia real.

Los 100 grados de caviar de beluga puede llegar a costar alrededor de los 700 euros. Paloma Rocasolano se llevaba latas de caviar a casa, unas 3 o 4 cada vez que llegaba un pedido.

Letizia y Paloma Rocasolano
Letizia y Paloma Rocasolano