Las paredes de la residencia de Zarzuela, hogar de la familia real española, guardan historias sorprendentes, algunas de ellas incluso polémicas, como la protagonizada por Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia. Paloma llevaba a cabo una práctica muy llamativa: Rocasolano habría utilizado los recursos reales para disfrutar de auténticos lujos, como hacerse bocadillos de caviar de Beluga, un manjar que alcanza precios estratosféricos.

El caviar de Beluga, valorado en aproximadamente 700 euros por cada 100 gramos, era parte del aprovisionamiento de Zarzuela durante las festividades navideñas. Según los informes, Rocasolano no solo lo consumía ocasionalmente, sino que llegaba a llevarse tarrinas de 500 gramos a casa, especialmente durante las celebraciones. Se estima que el consumo total en algunas ocasiones alcanzaba las 3 o 4 latas, un gasto que ha sido calificado como excesivo y que estaba cubierto con fondos de la residencia oficial.

Letizia y Paloma Rocasolano
Letizia y Paloma Rocasolano

Paloma Rocasolano se ha beneficiado de los lujos de Zarzuela durante años

Más allá de los bocadillos de caviar, las ventajas de Rocasolano en Zarzuela iban mucho más lejos. La madre de la reina disfrutaba de servicios como el uso del lavado de ropa para sus trajes y los de su pareja. Incluso, durante la pandemia, Rocasolano llegó a pedir comida a domicilio desde la cocina de Zarzuela, argumentando que no podía salir de casa. 

Estas prácticas no solo causaron revuelo en el entorno cercano a la monarquía, sino que también tensaron las relaciones dentro de Zarzuela. Según la periodista Pilar Eyre, la reina Sofía manifestó su descontento por la constante presencia de Rocasolano en la residencia real. De hecho, pasaba tanto tiempo allí que su presencia llegó a ser comparable a la de los propios reyes Felipe y Letizia. Las tensiones internas se intensificaron al punto de que el rey Felipe VI tomó medidas para restringir estos privilegios.

Paloma Rocasolano, la reina Sofía y Letizia
Paloma Rocasolano, la reina Sofía y Letizia

Felipe VI corta el grifo a Paloma Rocasolano

La caída en desgracia de Rocasolano coincidió con la pérdida de influencia de Letizia tras las declaraciones de Jaime del Burgo. El rey aprovechó la salida de la princesa Leonor y la infanta Sofía de Zarzuela para limitar las visitas de Rocasolano, argumentando que su presencia ya no era necesaria. Desde entonces, se pusieron controles estrictos para evitar el uso desmedido de los servicios de la residencia real.