Paloma Rocasolano ha pasado por una transformación impresionante desde la boda de Felipe y Letizia. Aquella humildad que solía caracterizarla parece haber quedado atrás. Es inevitable recordar las imágenes publicadas por una revista conocida, donde se la veía luciendo una figura esbelta en bañador en las playas de Benidorm, su destino vacacional de todos los años. Allí se hospedaba siempre en los mismos apartamentos, acompañada de sus padres. Solían levantarse a las seis de la mañana para asegurarse un lugar en primera fila en la playa, llevando consigo sillas plegables, sombrillas y una nevera llena de bocadillos y refrescos, en una rutina similar a las vacaciones de 'todo incluido' en los hoteles.

Desde esos días, Paloma Rocasolano no ha vuelto a ser vista en Benidorm. Antes, residía en una buhardilla de 37 metros cuadrados en el centro de Madrid, pero su dirección también ha cambiado. Su vida dio un giro radical hace tres años cuando conoció a Marcus Brandler, un empresario millonario nigeriano con quien ahora recorre el mundo.

Paloma Rocasolano

Paloma Rocasolano se aprovecha por ser la madre de la reina

Paloma Rocasolano ha sabido sacar provecho de su apellido Ortiz Rocasolano. Hay lugares donde ya no es bienvenida debido a su hábito de no pagar nada, esperando recibir todo gratis y ser invitada a los mejores sitios por ser "la madre de la reina", como ella misma solía decir.

Antes de estos cambios, la exesposa de Jesús Ortiz provenía de una familia humilde. Trabajó como enfermera en un centro de salud, mientras que el periodista Jesús Ortiz no lograba gran éxito profesional, aunque pretendía lo contrario. La familia vivía con dificultades económicas, especialmente cuando sus tres hijas vivían con ellos. David Rocasolano expuso la realidad cotidiana de la familia, recordando cómo las visitaba y las encontraba con edredones y calcetines gruesos para mantenerse calientes, con los labios morados por el frío, ya que no podían permitirse calefacción. Además, su dieta era muy modesta, basada frecuentemente en acelgas.

D50 Coupé

La vida de Paloma Rocasolano ha cambiado drásticamente; ahora viaja por todo el mundo, beneficiándose de su relación con su hija y de la generosidad de Felipe VI. Mientras la reina evitaba la cercanía de los Borbones con sus hijas, obligaba al monarca a viajar con su suegra. Paloma Rocasolano era bien recibida en todos los destinos, habiendo viajado a lugares exóticos como las islas Fiji, donde se hospedaba en alojamientos de lujo a 6.000 euros la noche. También ha sido vista con Marcus Brandler en los Emiratos Árabes, residencia de Juan Carlos.

Frecuentemente, Paloma Rocasolano ha acompañado a Letizia y sus hijas a bordo de lujosos yates, alquilando embarcaciones que cuestan más de 2.500 euros al día, sin contar con el coste del patrón y el combustible. Esta nueva vida de lujos contrasta profundamente con sus humildes orígenes, reflejando un cambio total en su estilo de vida desde la boda real. No falta de nada, con champagne, caviar y barra libre incluidos en esta nueva etapa de su vida.