La reina Letizia está pasando sus momentos más difíciles desde que se comprometió con Felipe. La consorte está siendo protagonista en una serie de escándalos que la dejan al borde del precipicio. Después de alzarse como la salvadora de la casa real tras su lucha por mejorar la imagen, alejando a quienes perjudicaran a la monarquía con sus comportamientos y acciones, ahora es Letizia la que está siendo señalada por actos muy cuestionables.
Letizia ha estado en el ojo del huracán tras las declaraciones de Jaime del Burgo, su ex cuñado y ex marido de Telma Ortiz, Según Del Burgo, él y Letizia mantuvieron relaciones reiteradas a lo largo de los años. Primero entre 2002 y 2004, antes de comprometerse con Felipe VI. Y después entre 2010 y 2011, cuando ya habían nacido Leonor y Sofía. Jaime asegura que incluso habían hecho planes para romper con todo e instalarse en Nueva York.
Jaime Peñafiel ‘remata’ a la reina Letizia
Una serie de informaciones que han sido corroboradas por Jaime Peñafiel, cronista especializado en la casa real. Y no solo eso. Peñafiel ha dado a conocer muchos detalles de la consorte que, literalmente, la destrozan. El periodista asegura que Letizia usó óvulos de su hermana Erika para quedarse embarazada de Leonor y de Sofía. Y que el que Letizia no dejara ver a Erika a las que eran sus “medio hijas”, desembocó en su suicidio.
No solo eso. Peñafiel, entre otras perlas, afirma que Letizia le pidió a Jaime que la dejara embarazada, que Del Burgo tenía una habitación en Zarzuela, que las relaciones entre Letizia y Felipe hace tiempo que no existen, que su matrimonio es un clon del que ha sido durante décadas el de Juan Carlos y Sofía…
Paloma Rocasolano se va de urgencia a Zarzuela
Una serie de informaciones que han dejado muy tocada a Letizia. La consorte ya atravesaba un mal momento tras lo de Del Burgo y las declaraciones de Peñafiel no han hecho más que terminar de hundirla. Todo lo que ha salido de Erika ha sido un mazazo para Letizia. Un golpe que ha tenido que encajar sin la compañía de sus hijas, en Zaragoza y en Gales, respectivamente, y sin Felipe, que hace tiempo que hace vida al margen, organizando su agenda para pasar el mínimo tiempo posible en palacio.
La única que se ha mantenido a su lado es Paloma Rocasolano, que se traslada casi a diario a Zarzuela para acompañar a su hija, que ha empeorado notablemente en las últimas semanas. Apenas come y solo sale de los muros de palacio para actos oficiales.