Paloma Rocasolano vive de forma discreta a pesar de ser la madre de la reina de España. Solo aparece públicamente cuando una de sus nietas tiene un acto institucional importante o una celebración de carácter privado. Este año apareció junto a sus otros abuelos, su ex, Jesús Ortiz, y su consuegra, la reina Sofía, en la confirmación de la infanta Sofía. Hace tan solo unos días se la vio muy emocionada en la nueva edición de los premios Princesa de Asturias, la última que presidirá Leonor en compañía de sus padres. Precisamente, es en este acto donde la abuela de las adolescentes mostró un rostro muy diferente.

Todavía se recuerdan aquellas fotografías donde Paloma Rocasolano bajaba a la playa con la silla plegable, la sombrilla y la nevera con los bocadillos. Ya no queda nada de aquella mujer. Desde que Letizia se casó con Felipe, la vida de la enfermera jubilada dio un cambio de 180 grados. Empezó a codearse con personalidades importantes y a moverse por barrios de lujo. Igual que a su hija, también le gusta cuidarse y visita habitualmente a los médicos estéticos que tratan a la reina.

Paloma Rocasolano premios efe

La técnica de Paloma Rocasolano para mostrar una mirada más intensa 

En esta última aparición, Paloma Rocasolano ha mostrado un rostro mucho más manipulado. La piel mucho más firme y algo hinchada, como si recientemente se hubiese inyectado botox. Debido a la edad también hay otras partes del cuerpo que van perdiendo densidad, como el pelo, especialmente el de las cejas. La mirada de la madre de la reina ya hace tiempo que está poco poblada.

Las cejas son importantes para el rostro porque lo dotan de expresividad. Hay muchas celebridades que compiten el paso del tiempo con tratamientos para mejorar la calidad del vello en las cejas. Paloma Rocasolano ha caído en la red de la micropigmentación, que consiste en inyectar en la dermis un pigmento con el objetivo de colorear la ceja y lucir una mirada totalmente renovada.

Paloma Rocasolano premios

En los premios Princesa de Asturias se pudo comprobar que su mirada es mucho más intensa gracias a una cejas retocadas con este tratamiento.

Este tratamiento puede durar entre unos meses y un máximo de dos años, no son permanentes, depende de la tinta empleada para la ocasión. Es una buena idea para no maquillarlas y quedan mucho más naturales. Una sustitución a los tatuajes, que en ese caso son permanentes y puedes no sentirte cómodo con el resultado.