Casa Real tiene un gran poder. Es capaz de mover los hilos necesarios para frenar un escándalo. Juan Carlos tenía grandes amistades que le sacaban siempre de aprietos, también Felipe. Todos están dispuestos a tender una mano a los miembros de la familia Borbón cuando necesitan ayuda. Eso sucedió hace dos décadas, antes de que se viviese un gran escándalo. Hacía pocos meses que el príncipe había roto su relación con Eva Sannum, una historia de amor que era conocida por todos, pero que Zarzuela nunca hizo oficial hasta el comunicado del cese de la convivencia. A la noruega le pudo la presión mediática, un plan perfecto orquestado por quien iba a ser su suegro. Juan Carlos tenía muchos amigos en el CNI y en medios de comunicación, así que destapó algunos episodios oscuros de la joven. Lo mismo hizo con las otras parejas de su hijo, también con Letizia. Eran plebeyas y nunca se imaginaron que podrían convertirse en reinas, por ello vivían su vida como cualquier persona anónima.
Letizia tenía muchos oscuros pasados que esconder, por lo menos con algunos fue muy sincera. Por ejemplo, Felipe VI agradeció que antes de anunciar su compromiso le contase que había sufrido varios abortos. El entonces príncipe movió los hilos para hacer desaparecer cualquier rastro. Aquella futura reina contó siempre con el apoyo de su madre, Paloma Rocasolano. En aquella época aún trabajaba como enfermera y tenía varios contactos médicos. Grandes amigos que también taparon siempre aquel episodio.
Paloma Rocasolano y Felipe borraron todas las pruebas del aborto de Letizia
En una clínica de Madrid se preparó todo para realizar el aborto a Letizia de forma privada y secreta. Todo sucedió a altas horas de la madrugada, cuando no había ni un alma en la calle. Entró escondida en un coche por una puerta de atrás. Nadie podía percatarse de nada, ni aunque hubiese habido una filtración y los paparazzis estuviesen a las puertas. En aquella época había rumores, pero ni tan siquiera se sabía a ciencia cierta que la periodista se veía a escondidas con Felipe.
Se eliminaron todas las pruebas y se cambió el nombre de la paciente. Se utilizó otro nombre para los archivos de Letizia. De esta forma nadie podía encontrarla jamás. No tenían ningún dato que les llevase a demostrar que ese aborto fue cierto. Todo son palabras.
Supuestamente, el hijo que esperaba Letizia sería de David Tejera, con quien mantenía una relación breve pero intensa a la vez que conocía a Felipe. Ahora se sabe que en aquella época también estuvo con Jaime del Burgo. Una situación rocambolesca.