La vida de Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia, ha dado un giro sorprendente desde que su hija pasó a formar parte de la familia real española. Atrás quedaron los días de escasez y humildad que David Rocasolano, primo de Letizia, narra en su libro Adiós, Princesa. Según su testimonio, la familia Ortiz Rocasolano atravesó épocas de gran precariedad, en las que las primas se arropaban con mantas y calcetines gruesos para soportar el frío en una casa sin calefacción y donde las comidas se limitaban a acelgas. Sin embargo, el contraste entre aquella Paloma y la Paloma de hoy es marcado.

Actualmente, Paloma Rocasolano disfruta de un estilo de vida lujoso. Es habitual verla en restaurantes exclusivos, recorriendo la Milla de Oro de Madrid y sometiéndose a tratamientos estéticos de alto costo. Se alejó de la buhardilla en el centro de Madrid y ahora frecuenta destinos de lujo, no solo con su hija Letizia y sus nietas, sino también con su pareja, Marcus Brandler. Este nuevo estilo de vida es, en gran medida, posible gracias a su vínculo con la Corona española.

Marcus Brandler y Paloma Rocasolano   VANITATIS
Marcus Brandler y Paloma Rocasolano VANITATIS

Paloma Rocasolano usaba el nombre de su hija para evitar sanciones

Paloma Rocasolano ha sabido aprovechar esta conexión y, según el cronista Jaime Peñafiel en su libro Los silencios de Letizia, no ha dudado en utilizar la posición de su hija en beneficio propio. Peñafiel afirma que Rocasolano ha evitado pagar varias multas de tráfico y otros trámites administrativos al mencionar su relación con Letizia.

Basta que diga “Soy la madre de Letizia” para que las puertas se abran y las sanciones desaparezcan. A lo largo de los años, Paloma ha hecho uso de estos beneficios, consolidando su imagen de intocable gracias al respaldo de su hija.

Letizia y Paloma Rocasolano
Letizia y Paloma Rocasolano

Paloma Rocasolano, pillada copiando en un examen

Una táctica que, sin embargo, ha provocado el malestar de la reina, quien en más de una ocasión ha tenido que recordarle a su madre que se abstenga de utilizar su nombre y posición de esa manera. Consciente del impacto negativo que esto podría tener en su reputación y en la de la familia real, la reina decidió ponerle un alto, prohibiéndole expresamente que utilizara su nombre para estos fines.

Peñafiel relata otras ocasiones en las que Paloma ha recurrido al nombre de su hija para hacer trampas. Según el cronista, Paloma fue expulsada de un examen de historia por copiar años atrás. Y en un intento desesperado, habría exclamado que no podían sancionarla “porque soy la madre de Letizia”, una frase que refleja su constante inclinación a servirse de la posición de su hija para sortear consecuencias.