No hace falta ser un experto en todo lo que ocurre en la familia real española para darse cuenta de que, desde hace ya un tiempo, se están produciendo una serie de cambios importantes.
Y es que toda la distancia que se intentó marcar por parte de la institución entre la familia real actual Felipe VI, es decir, el propio rey, la Reina Letizia y sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía respecto a la familia de Felipe, es decir, Juan Carlos I y la Reina Sofía así como sus hermanas las infantas Elena y Cristina y sus hijos, ha ido poco a poco desapareciendo desde hace ya un tiempo.
Imágenes como las de Felipe y su hermana Cristina compartiendo coche, como las de los reyes eméritos compartiendo también presencia en un acto junto a los reyes actuales o encuentros como el que se ha producido este pasado fin de semana con Juan Carlos I, Felipe, Letizia y Leonor, del que de momento no hay imágenes, eran impensables hace apenas unos años.
La madre de Letizia pierde mucho peso en la familia
Y una de las figuras que más está notando las consecuencias de este cambio en la familia real es la madre de Letizia, Paloma Rocasolano. No es que sea ningún secreto que la madre de la reina ha sido durante muchos años el principal apoyo no tan solo de Letizia sino de sus hijas, Sofía y Leonor, que tenían con su abuela materna una relación mucho más estrecha que con su abuela paterna, la Reina Sofía.
Sin embargo, a raíz de todo el lío con las imágenes y las publicaciones de Jaime del Burgo que pusieron a Letizia en el punto de mira, la presencia de Paloma en Zarzuela ya no es que sea precisamente habitual.
Es más, parece ser que Leonor, ahora que ya ha conseguido promover un encuentro con su abuelo paterno, quiere empezar a tener una relación mucho más cordial y constante con su abuela paterna, algo que Letizia siempre había impedido pero que ahora que tiene mucho menos peso y que la figura y la familia de Felipe empiezan a ser cada vez más determinante parece que no va a poder evitar.
Lo que es más que evidente es que algo está cambiando en la Zarzuela y Letizia está cada vez más arrinconada, algo que provoca evidentemente consecuencias, en este caso con Paloma Rocasolano, cada vez más separada de sus nietas.