La princesa Leonor de Borbón, quien está destinada a convertirse en la futura reina de España, recibió un honor especial en la Academia General Militar de Zaragoza la semana pasada. La princesa obtuvo un sable que simboliza su título de dama cadete, un honor otorgado oficialmente por el Consejo de Ministros el pasado 5 de septiembre. La entrega de este sable representa el compromiso de Leonor con valores como el honor, el valor y la lealtad que son fundamentales en el 'Decálogo del Cadete', que rige la vida en la academia militar.

A pesar de la importancia del evento, los reyes Felipe VI y Letizia no asistieron. La razón de su ausencia radica en que la ceremonia de entrega de sables se realizó para los familiares de los 600 alumnos de la academia, lo que dificulta la disposición del protocolo de seguridad.

Sofía no, Paloma Rocasolano sí

Por su parte, la reina emérita Sofía expresó su deseo de asistir en representación de la familia real, pero la princesa Leonor rechazó esta opción. Al parecer, la futura reina ya tenía a alguien para acompañarla en este momento especial que noo llamaría tanto la atención.

Leonor y su padrino de 2º año CR

Paloma Rocasolano, que es quien más ha ejercido como abuela de Leonor, sí estuvo viendo como su nieta recogía el sable. Su presencia pasaba más desapercibida y no requería montar un protocolo de las mismas dimensiones que si hubieran ido los reyes o la emérita Sofía. Y lo tuvo más fácil para estar presente apoyando a la mayor de sus nietas. Un episodio que vuelve a dejar en mal lugar a la otra abuela, cada vez más arrinconada en la Zarzuela. De hecho, recientemente Paloma también estuvo en la graduación de Leonor en el UWC Atlantic College. Y también en la entrega de los Premios Princesa de Girona.

Sofía, entrada restringida para ver a sus nietas

Sofía incluso ha tenido problemas para ver a sus nietas en palacio. Según reveló la cronista especializada en la casa real Pilar Eyre, Letizia contrató a una enfermera especializada para cuidar de las pequeñas cuando no estaban en casa. Y en una ocasión, “ Doña Sofía se presentó en la casa con una caja de juguetes que habían sido de sus hijos”. Y lo que se encontró no se lo esperaba.

“‘Vengo a ver a mis nietas’, le dijo a la niñera que le abrió la puerta. ‘La señora ha salido...’, le contestó esta y cuando la reina iba a entrar, la pobre chica tuvo que ponerse de escudo humano. ‘Usted no está en la lista de personas autorizadas a venir en su ausencia’”, relató la cronista especializada en la casa real.