Ha sido uno de los temas estrella esta semana entre las noticias de sociedad. La muerte repentina de Albert Solà, el camarero que lleva años asegurando que es hijo ilegítimo del rey Juan Carlos están dando de qué hablar. Sobre todo teniendo en cuenta de que murió una semana antes de acudir al nuevo programa de Telecinco ‘¿Quién es mi padre?’ que presenta Carlota Corredera.
Y claro, como era de esperar, en el programa de Mediaset hablaron del asunto, lanzando todo tipo de especulaciones. Razones tenían. Y es que al margen de que Albert Solà iba al plató para remover el asunto, la cámara del bar donde falleció fue manipulada. En las imágenes de seguridad aparece una camarera hablando por el teléfono móvil mientras se acerca a la cámara y la desvía, pasando a enfocar a un rincón del local y dejando de grabar a los clientes.
La cámara del bar donde murió Albert Solà fue manipulada
Un detalle que ocurre 50 minutos antes de que Solà falleciera, lo que impidió que pudiera ser grabado el momento de su muerte. Cuando la imagen regresa al punto inicial ya se ven a los cuerpos de emergencia atendiendo el cuerpo y levantando el cadáver.
“Estaba perfecto, muy bien de salud, muy animado. Tenía miedo por el programa, estaba nervioso y llevaba días sin dormir”, había declarado su jefe. “Aquella noche, además, Albert no tenía previsto acudir a ese bar. Algo le hizo cambiar de opinión solo unos minutos antes”, han apuntado otros testimonios.
En la Casa Real no hace gracia que se pida una segunda autopsia
Mientras tanto, Carlota Corredera y los colaboradores de programa comentaban este oscuro episodio, revelando los resultados de una primera autopsia. Esta señala que Solà murió de un infarto agudo de miocardio. “Este programa ha tenido acceso a este informe preliminar de la autopsia a Albert Solà. En este momento, y a la espera del resultado definitivo de la autopsia, el informe refleja que Albert murió debido a un infarto agudo de miocardio”, señaló Carlota Corredera, que confirmaba que a esas horas “la causa había sido archivada”.
Sin embargo, soltaba otra bomba. La presentadora reveló que la familia está pensando en solicitar una segunda autopsia. Un hecho que causa pánico y molestia en la Casa Real, donde preferirían que el asunto se quedara en el olvido. Aunque presuntamente se haya determinado que la muerte fue natural y que en una segunda autopsia puedan aparecer los mismos resultados, que se hable del tema no deja de generar rumores y nuevas versiones de los hechos que no hacen más que perjudicar a la monarquía y, más si cabe, al rey emérito Juan Carlos I. “Yo, desde luego, si fuera hija de Albert, querría quedarme tranquila. Ya que no conozco quien es mi abuelo, al menos saber que mi padre murió en causas naturales”, zanjaba la presentadora.