La Corona se ha fiado todo su futuro y su misma subsistencia a una sola carta: Leonor. Desaparecida Letizia de la agenda real a causa del escándalo Del Burgo, exiliado Juan Carlos por corrupción, síntomas de decadencia física de la octogenaria emérita... Y Felipe nunca ha sido bueno en nada: ni en comunicación, ni en presencia, ni siquiera controlando a su familia, los Borbones. Solo queda la heredera, que no ha cometido ningún error ni de adolescencia ni ahora que ya es adulta. Pero la convicción en Zarzuela es que si cae la imagen de Leonor caen todos. Es por eso que la Corona ha tomado malas decisiones que desprenden un tufo despótico contra cualquiera que se acerque a la princesa. Acaba de volver a pasar.

Leonor en Mallorca, GTRES

Según el digital afín Monarquía confidencial, Felipe y el equipo de altos cargos de Zarzuela están muy nerviosos por si la hija mayor hace alguna cosa que, inmortalizada en una fotografía, pudiera acabar con su imagen impoluta. Y este pánico loe hace cometer errores como cuando obligaron a firmar a todos los empleados de una discoteca de Madrid, de camareras a seguratas, un pacto de confidencialidad: no podían explicar qué hizo Leonor aquella noche en la disco. El resultado fue exactamente el opuesto y filtraron incluso el combinado de alcohol que bebe la princesa: vodka limón.

Leonor discoteca T5

Esta decisión de los servicios de escoltas que acompañan a Leonor fue vergonzosa, pero es que ahora el digital monárquico explica que Zarzuela ha impuesto a la Academia Naval de Pontevedra, donde cursará este año sus estudios, una medida lesiva contra sus compañeros: "La Escuela Naval de Marín hará un control más exhaustivo del uso de los teléfonos móviles para evitar filtraciones por Leonor". 

Leonor en una discoteca de Zaragoza, Telecinco

La norma no es nueva, ya se impuso a los reclutas de Zaragoza en el primer año de la princesa, y el resultado salta a la vista: no salió nada. Exactamente igual que en el internado del Gales donde hizo Bachillerato. Lo quieren tener todo controlado y es imposible. Deberían confiar más en el hecho que la chica no tendrá ningún comportamiento extraño: una bronca, ir borracha o pasearse en ropa interior. Ella no es como el resto de los primos Borbón, unos zánganos, pijos y con una habilidad innata para destruir su propia imagen pública. Leonor no es Victoria de Marichalar.