Uno de los esperpentos que provoca más vergüenza ajena dentro de la agenda de los reyes de España es, sin duda, la tradicional visita que hacen cada año a un pueblo de Asturias, en el marco de los premios Princesa de Asturias: el 'Pueblo ejemplar'. Allí de vez en cuando se habla de algunos momentos destacados, como cuando hace dos años en Cadavedo, cuando la princesa Leonor y la infanta Sofía se tuvieron que ausentar por una fuerte gastroenteritis. Veremos qué pasa este año y si van los cuatro a una cita que siempre es esperada en los pueblos galardonados como si estuviéramos en la película Bienvenido Mr. Marshall, de Berlanga.

pueblo ejemplar
Leonor, Letizia y Felipe en un 'Pueblo ejemplar' / Casa Real

Este año, el pueblo escogido ha sido Sotres, que no ve la hora de que llegue el gran día para ellos de que los Borbones paseen por sus calles y saluden a sus vecinos. Un pueblo asturiano donde solo hay censados 108 habitantes y que cuentan las horas para que llegue el próximo sábado 26, cuando los monarcas y sus hijas harán la visita oficial. En Sotres están tan excitados como nerviosos ante la visita real, impacientes, pero temerosos de que todo salga a la perfección..., pero hay un imponderable que preocupa. La revista Semana ha hablado, días antes del gran día, con la Asociación de Vecinos del pueblo, que tienen preparado un recibimiento donde el entorno tendrá un papel primordial: "Estamos rodeados de muchas montañas y que vean eso los Reyes es la clave para que luzca todo. Estamos con los preparativos. Tenemos el martes el ensayo general".

Explican que la seguridad de Casa Real y la Guardia Civil ya ha peinado a fondo la zona, "Eso se está coordinando desde hace semanas", pero también han verbalizado un temor, pánico, que tienen tanto ellos como Zarzuela, y que tiene que ver con la climatología: "no hacemos otra cosa que mirar al cielo", porque al encontrarse en la alta montaña, el tiempo es imprevisible: "Como estamos en el corazón de los Picos de Europa, en alta montaña y a tantos metros de altitud, todo lo que tenemos preparado se desluce si hay niebla, si nieva o si llueve. Esa es la preocupación que tenemos. Queremos que vaya todo bien también climatológicamente". Y es que no quieren que se repita el desastre que se vivió el sábado pasado, cuando la celebración del 12-O quedó aguada y pasada por agua.

Situados a 1.050 metros de altitud, se temen lo peor, ya que es una zona donde las lluvias están a la orden del día, y serían dos celebraciones seguidas de los Borbones pasadas por agua. Si no llueve, "Haremos una ruta por el pueblo, en la que les enseñaremos cómo se hace el queso de cabrales. Explicamos cómo se elabora y cómo se conserva, porque el producto se lleva a cuevas que están muy lejos y todas las semanas se le debe dar la vuelta. Es para darse cuenta de lo artesanal y lo tradicional que es. Quedan pocos productos así ya. Solo pueden estar los vecinos censados por temas de seguridad, no puede venir gente de fuera ese día. Para nosotros es día muy especial porque no todos días los Reyes vienen a un pueblo tan pequeñito. Hay mucha gente mayor emocionada. Es muy emocionante por ellos, porque ves que lo agradecen mucho. Les saca un poco de su día a día, de su rutina. Aquí los inviernos son duros porque estamos muy altos y esto es muy satisfactorio"... Como les llueva, o incluso nieve, verás.