Trono real, corona valorada en millones de euros, aceite santo, indumentarias pijas, protocolo sin precedentes... La coronación de Carlos III y Camilla Parker-Bowles del próximo 6 de mayo tiene todos los elementos habidos y por haber. Pasará de todo, y más tras lo último que se ha contado al respecto. Y es que El Papa Francisco también participará. Desconocemos si asistirá o no a la Abadía de Westminster, pero seguro que la Iglesia envía a alguien a cubrir este acto único sin parangón en las últimas siete décadas. No obstante, vaya o no el Papa el próximo 6 de mayo a Londres, lo que sí que está claro es que Su Santidad tendrá un detallazo con Charles The Third. Un detalle muy católico...
Y es que esta ceremonia de coronación estará marcada por la Iglesia. Será una celebración católica, puesto que la abadía de Westminster, formalmente colegiata de San Pedro en Westminster, es una gran iglesia abacial que es considerada el templo principal de la iglesia católica en Inglaterra y Gales. Durante todo el evento, el catolicismo y Jesús estarán muy presentes y patentes, ya que supuestos fragmentos de la cruz con la que se crucificó a Jesucristo serán incluidos en una cruz que liderará la procesión de la coronación. Este detalle especial que ha querido tener el Papa con la Royal Family es nuevo hasta la fecha. Siempre ha habido elementos religiosos en las coronaciones, pero será la primera vez que estas reliquias de la crucifixión de Cristo se paseen por las calles de Londres. Aunque no serán estas reliquias el único elemento católico... Hay más.
La iglesia católica y 'La Firma' han ido siempre de la mano y un acto de coronación es una ocasión única para que ambos estamentos puedan exhibir poder. En las otras coronaciones, como la de la Reina Isabel II o la de Jorge VI, ya se habían hecho guiños a la religión cristiana. La Torre de Londres es la encargada de guardar y custodiar los principales baluartes religiosos que se exhiben en las coronaciones. Objetos simbólicos y muy sagrados que van desde la corona de San Eduardo hasta el orbe del Soberano, pasando por varias espadas o unas espuelas del año 1661 son de un valor único y se guardan en esta Torre de Londres. Unas reliquias, todas ellas, que no faltarán tampoco el día seis: llevan 70 años esperando salir al aire libre.
Toque galés
Esta Gran Cruz pasará a la historia como la Vera Cruz de la Crucifixión y, como decimos, está hecha de trozos pequeños y de astillas del crucifijo en el que murió Jesús hace casi dos mil años. Aunque realmente esta es la Cruz de Gales, ya que se quiere poner de relieve que Carlos III, antes de ser rey, fue durante 64 años el príncipe de Gales, título que ahora ostenta su hijo, el príncipe heredero Guillermo. Los monárquicos galeses seguro que se pondrán contentos al ver este detalle único en una ceremonia que más allá de ser royal y mediática será, como se ve, muy muy religiosa.