En el último año, Zarzuela se transformó en lo que podría considerarse un hotel de lujo, con las comodidades de un establecimiento de cinco estrellas. Esta situación comenzó cuando Irene Urdangarin se instaló una temporada en el Palacio de Zarzuela. La joven no logró superar las pruebas para ingresar a la universidad de Lausana, donde aspiraba a estudiar Administración y Dirección Hotelera. Ante este revés, Irene optó por un año sabático. La joven pasó el tiempo junto a su abuela, la reina Sofía, en Zarzuela, donde la familia real ofreció apoyo en un momento de incertidumbre.

Poco después, el hermano de Irene, Miguel Urdangarin, se sumó al grupo familiar. Miguel, que se preparaba para ser monitor de esquí, sufrió una lesión que interrumpió su entrenamiento, obligándolo a quedarse en Zarzuela mientras se recuperaba.

Irene, Miguel y Cristina / GTRES
Irene, Miguel y Cristina / GTRES

Zarzuela se convierte en el hotel de los Urdangarin y los Marichalar

De esta manera, los jóvenes pasaron una temporada bajo el mismo techo, disfrutando de la vida en el palacio. Y todo ello sin olvidar que Juan Urdangarin también pasó en palacio parte del verano. Sin embargo, las salidas frecuentes de los jóvenes y su estilo de vida comenzaron a generar ciertos problemas de seguridad dentro de la residencia real. Felipe VI y Letizia se vieron obligados a intervenir y llamarlos a la cordura en varias ocasiones, recordándoles que Zarzuela no es un hotel.

La situación no mejoró con el tiempo. Incluso Victoria Federica, la hija de la infanta Elena, comenzó a quedarse con regularidad en Zarzuela. Ya lo había hecho en el pasado y fue vetada. Pero aprovechando que sus primos también estaban allí, recuperó esta vieja costumbre. Este constante ir y venir de los jóvenes preocupaba a los reyes, que veían cómo la seguridad y el orden en el palacio se veían comprometidos.

Froilán, Victoria Federica i Pablo / GTRES
Froilán, Victoria Federica y Pablo / GTRES

Froilán, vetado para siempre

Froilán, el hijo mayor de la infanta Elena, también había usado Zarzuela como Bed&Breakfast. El joven era una fuente constante de preocupación para los reyes debido a su comportamiento. Por este motivo, Felipe VI y Letizia decidieron tomar medidas drásticas, exigiendo a la infanta Elena que su hijo se trasladara a Abu Dabi. Allí, Juan Carlos I le consiguió un trabajo como becario en una conocida petrolera, donde ganaba un salario de 7.500 euros mensuales, además de disfrutar de un piso de lujo de 500 metros cuadrados. Aunque Froilán tuvo un comienzo prometedor, el proyecto en los Emiratos Árabes llegó a su fin, dejándole sin mucho que hacer en el país.

Froilán, que nunca se adaptó bien a su vida en Abu Dabi, ansiaba regresar a España. Sin embargo, su regreso a Madrid no significó que fuera bien recibido en Zarzuela. Felipe VI y Letizia dejaron claro que ya no deseaban tenerlo en casa, lo que significó un cambio radical en la relación familiar. Froilán, ahora, debe buscarse la vida por su cuenta cuando viaja a España, algo que ocurre más a menudo de lo que cuentan los medios, combinando estancias en el piso de su madre o en el de amigos cercanos, ya que Zarzuela ha quedado fuera de sus opciones.