La familia real de Mónaco cuenta con numerosas herederas que han recibido lo mejor de las generaciones anteriores: la gracia, la elegancia y el fervor por la moda. Tradicionalmente, la familia Grimaldi ha sido reconocida por tener miembros de gran atractivo físico. Y es que no se puede obviar el impacto de Grace Kelly en la historia de Mónaco. Su llegada supuso una auténtica revolución en el principado. Fue aclamada como la princesa más hermosa que haya habitado Mónaco, no solo por su deslumbrante belleza, sino también por su estilo sin igual que dejó a todos maravillados.
Numerosos allegados a la familia real monegasca han destacado la notable consistencia genética que parece prevalecer en su linaje. A lo largo de la historia, varios miembros han exhibido similitudes sorprendentes con sus ancestros de generaciones pasadas, un fenómeno extraordinario que rara vez se observa, y aún menos en una Familia Real. Un caso que destaca es el de Camille Gottlieb, cuya similitud con su legendaria abuela, la princesa Grace Kelly, sorprende a propios y extraños. De manera igualmente notable, Pauline Ducruet, hija de la princesa Estefanía de Mónaco, ha heredado los rasgos distintivos de su tía, la princesa Carolina de Mónaco, confirmando así la persistencia de la elegancia y el encanto en la familia Grimaldi a lo largo de las generaciones.
La herencia estilística de la realeza monegasca: de Carolina de Mónaco a Pauline Ducruet
Cada vez que la sobrina del príncipe Alberto II de Mónaco hace una aparición en público, es inevitable no notar las asombrosas similitudes que comparte con su tía, especialmente en su juventud. Desde los rasgos faciales, como las características mejillas, hasta la expresión misma, parecen ser un eco del pasado encarnado en el presente. La comparación es tan palpable que una simple fotografía de la princesa de Hannover evoca inmediatamente la imagen de su sobrina, o más bien, viceversa.
Sin embargo, la conexión no se limita únicamente a la apariencia física. La hija de Estefanía de Mónaco también exhibe un estilo distintivo al vestir, claramente influenciado por su linaje real. Este estilo, lejos de eclipsar su belleza, la realza aún más, evocando la elegancia que también caracterizó a Carolina de Mónaco en sus años más esplendorosos de juventud. Es como si el legado de la moda y la gracia se transmitiera de generación en generación, confirmando así la perdurable influencia de la familia real monegasca en el mundo de la moda.
Alter Designs: la revolución de la moda sostenible
A punto de cumplir los 30 años, Pauline Ducruet ha llevado la pasión de Carolina de Mónaco por la moda a nuevas alturas al lanzar su propia marca de moda en 2018, llamada Alter Designs. Esta firma no solo refleja su estilo único, sino que también abraza valores como la sostenibilidad, la igualdad de género y la producción local. Sus diseños, caracterizados por su comodidad y versatilidad, han conquistado a una audiencia ávida de moda consciente.
Con el sólido respaldo de su familia, especialmente de Estefanía y Carolina de Mónaco, Pauline ha encontrado un firme apoyo en la promoción de su marca. Incluso ha logrado que Alexandre Grimaldi, el hijo mayor del príncipe Alberto, se convierta en uno de sus modelos. Este respaldo familiar, junto con su compromiso con la moda sostenible, posiciona a Pauline Ducruet como una figura prominente en la industria de la moda contemporánea, llevando consigo el legado de elegancia de su linaje real.