Hay una guerra soterrada entre cronistas de la Casa Real. Jaime Peñafiel, Pilar Urbano, Mariángel Alcázar o Pilar Eyre son expertos en borbones pero compiten por lo mismo, y no acostumbran a llevar bien que otro se les avance. Eyre lleva meses dando exclusivas de las que dan que hablar: la hija extramatrimonial de Juan Carlos, el hijo bastardo de Alfonso XIII o la relación entre la reina Sofía y Alfonso Díez. Ahora que la misma Eyre revela que el viudo de la duquesa de Alba ya no frecuenta la amistad con la emérita sale Peñafiel a cuestionar a Eyre. Y lo más feo, sin citarla.
Empieza su columna en El Mundo con un "querido Alfonso Díez" que ya hace prever por dónde irán los tiros. Y escribe ""La irrupción en su vida de un rumor que le implicaba sentimentalmente con una grandísima señora por la que siempre ha tenido y tiene la mayor admiración y respeto, en la distancia, le afectó profundamente. De tal manera, que tuvo que acudir a la Clínica Rementería, muy cerca de su domicilio. El motivo, un fuerte derrame en el ojo izquierdo a causa de la subida de tensión producida por el disgusto de la noticia. "Siempre he tenido horror a los chismes. Y éste es de tal calibre que no me es posible ni desmentir", me confesaría". Por no citar ni cita a ofía de Grecia.
Peñafiel tiene sus manías. En la misma columna acusa a Pablo Iglesias de ir a los Goya mejor vestido que a la recepción del rey Felipe. A Zarzuela fue como tercer líder político más votado sin americana ni corbata. "Por su aspecto en la gala de los Goya, ha querido demostrar que ésta se merece más respeto, en el atuendo, que la Casa Real. De todas formas, tal parecía un camarero en una boda de tercera".
Peñafiel on fire. Azote de Letizia, de Podemos y de sus compañeros de profesión.