"Amor. Llevo tu pashmina. Es como sentirte a mi lado. Me cuida. Me protege. Cuento las horas para volver a vernos. Amarte. Salir de aquí. Tuya". Estamos convencidos de que esta frase ya la han leído antes, pero nunca está más hacer un poco de memoria. El pasado 3 de diciembre, sin que nadie lo anticipara, estallaba uno de los escándalos 'royal' más rocambolescos de la historia contemporánea de la monarquía española. Jaime del Burgo, exmarido de Telma Ortiz y, por lo tanto, excuñado de Letizia, hacía público este texto en la plataforma X entre muchas otras misivas impactantes. Este es el mensaje que la reina le habría hecho llegar cuando mantenían un idilio amoroso a espaldas de Felipe VI. Todo en el contexto posterior a la publicación de Letizia y yo, el último libro de Jaime Peñafiel en que el cronista real hace público todo sobre un presunto romance extramatrimonial del que prácticamente nadie tenía constancia.
Con todo, una de las cuestiones más sorprendentes de todo este asunto ha sido el silencio periodístico. Prácticamente ningún medio de comunicación se ha hecho eco de manera oficial, cuando en realidad no es cuestión de posicionarse, sino de hacer público lo que está sucediendo. Quién sabe si por censura o convicción que se trata de una mentira absoluta. Sin embargo, algunos más valientes como Pilar Eyre no han dudado en opinar. "Las motivaciones de Del Burgo son fastidiar al matrimonio real pero eso no impide que su información sea cierta. Te lo diré de otra manera: nadie pone en duda esta historia", exponía en una entrevista para EN Blau. Se suma, también, la reciente aparición de Jaime Peñafiel en El mundo al rojo, un programa de Distrito TV. Y ya advertimos que no ha dejado títere con cabeza. Para empezar, el escritor asegura que Del Burgo tiene en su posesión más imágenes comprometidas de la consorte.
Pero la cosa no queda ahí, ya que aprovecha su intervención para aportar datos sobre la realidad de la situación en la que se encontraba Letizia, de quien dice que "a veces mantenía relaciones con dos hombres al mismo tiempo", cuando conoció a Felipe. "Llevaba una vida, como periodista que iba y venía. Le gustaba el tequila y ahora no bebe ni champán. Le gustaban los perros y lo primero que hizo después de casarse fue echar al perrito de Felipe", se arrancaba hablando sobre su etapa de soltera. Todo para, después, soltar la mayor de las bombas: "Se casa con Felipe de golpe y porrazo y estando embarazada. No de su marido, sino de un periodista con el que a veces tenía relaciones".
Además, expone en qué punto se encuentra ahora mismo su relación con el protagonista del relato y qué la ha cambiado: "En mi conversación con Jaime del Burgo hubo cosas que, a mi edad y con mi experiencia, me escandalizaron. De pronto reconoce que reanudan las relaciones y que él tiene una habitación en Zarzuela en la que tenía encuentros con Letizia. Lo cuenta Jaime, no lo cuento yo. Imagino que el principe de Asturias no lo sabía. Y en toda esta historia, los servicios de información han fallado completamente o han preferido mirar para otro lado. Yo lo paso de puntillas en mi libro por respeto a mí mismo y a la Casa Real. No he querido entrar en determinadas cosas, y por eso Jaime del Burgo está enfadado conmigo".
La animadversión de Peñafiel por Letizia no es ninguna novedad. Muchas de las cosas que aquí explica, en cambio, sí que lo son. Y es que, como en cualquier telenovela, no queda otra que seguir pendientes del próximo episodio. Hasta la vista.