Hace unos días la prensa alemana publicó que Letizia está embarazada del tercer hijo. Una noticia sin demasiada verosimilitud pero que sólo pensar que se llegara a producir supondría una crisis constitucional sin precedentes si lo que esperan Felipe y Letizia fuera un niño. La Constitución obligaría a que el heredero varón pasara por delante de Leonor en la sucesión al trono y el caos machista sería brutal. España no se lo puede permitir y a los 45 años parece que Letizia ya ha cerrado el grifo. Quien ha querido decir la suya es Jaime Peñafiel.
El letiziólogo de guardia escribe en su columna de El Mundo: "Ignoro si la consorte española, a sus 45 años, se encuentra, todavía, en edad fértil para ser nuevamente mamá. Aunque lo estuviera, seguro estoy de que nunca se quedaría embarazada ante el riesgo de dar a luz a un... varón. ¡Menudo carajal!". Y aprovecha para dar un coscorrón a la hija mayor de los reyes: "Leonor, ese ejemplo de niña maleducada y poco cariñosa con su abuela Sofía, quedaría, automáticamente, desplazada en el orden de sucesión al trono, en beneficio de su hermano".
Peñafiel también repasa otro rumor difundido por la prensa alemana: el posible divorcio de los reyes: "Hoy por hoy, no existen visos de que tal cosa suceda. Aunque motivos puede que los haya". Un desmentido al estilo Peñafiel, no hay un cese temporal de la convivencia, como el de Elena y Marichalar, pero no es por falta de ganas. Y acaba el repaso real con el tema de la semana: Corinna.
Remata el caso tildando a Corinna de "consultora, cortesana, chantajista, testaferro y no sé cuantas cosas más. La polémica señora ha reaparecido estos días, poniendo el ventilador, incluso, contra el hombre que la amó. Tanto, que a punto estuvo de lo que nunca hizo: divorciarse de doña Sofía para casarse con ella". Divorcios, amantes, embarazos no deseados... Zarzuela tendría que cambiar el nombre y ponerse Falcon Crest. Cada día se parece más un culebrón malo.