El próximo viernes, día 18 de octubre, el Teatro Campoamor de Oviedo acogerá la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Y por primera vez, la encargada de repartirlos será la propia Leonor. Un acontecimiento que los más monárquicos esperan con ansia pero que el cronista real por excelencia ya se ha encargado de arruinar: en su artículo semanal del diario 'El Mundo', Jaime Peñafiel hunde a la heredera al trono español y la compara con un personaje de película de terror.

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El periodista andaluz recuerda el debut del padre hablando públicamente por primera vez, cuando tenía la misma edad que tiene ahora su hija mayor: 13 años. "Felipe leyó, con buena voz aunque algún gallito que otro, un discurso bien aprendido. Fueron 21 líneas y 255 palabras", narra Peñafiel. Nada que ver con el estreno de Leonor pronunciando su primer discurso, cuándo el día 31 de octubre del 2018 (el día de su 13.º cumpleaños) hizo la lectura del artículo 1 de la Constitución Española: "con la voz impostada, tal parecía la de la niña del exorcista". Jaime Peñafiel se pasa de frenazo y se ensaña con la princesa española. Detesta a la madre y lo paga con la hija, que todavía es una niña. Pero todavía hay más. El columnista de 'El Mundo' pone en duda las capacidades de Leonor y las de toda la familia: "Me imagino las veces que habría ensayado. Que en esto de leer, Letizia es una experta. Desde que se casó, Felipe aprendió a leer en público. La lectura no ha sido jamás el fuerte de los Borbones". Según Peñafiel, a la familia real española le cuesta eso de juntar las letras. Es quizás por esto que afila la pluma cuando escribe sobre ellos. Quizás piensa que no sabrán leer lo que dice.

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Jaime Peñafiel no tiene bastante con la madre y ahora intenta hundir a su hija. Le falta muy poco para tildar a Leonor de iletrada. Eso, después de compararla con la niña del exorcista. Pero la princesa española sí que sabe leer. Lo que no hace es bajar las escaleras de la Zarzuela haciendo el puente ni retuerce la cabeza gritnado improperios. O al menos nunca ha trascendido que así sea.