Un acto de Letizia no acaba hasta que Jaime Peñafiel opina. En la apertura de la XIV legislatura estuvo la reina consorte, que no tiene ningún papel constitucional pero que se hizo invitar. Y pocas horas después, en el programa poco monárquico que Toni Soler produce para Cuatro, Todo es mentira, hicieron hablar a Peñafiel que señaló dos gestos muy inapropiados de Letizia. Y ambos con las manos:
Peñafiel: "Ha aplaudido con mucha insistencia. No me gusta que Letizia y las hijas aplaudan al rey. Si yo voy a dar una conferencia no quiero que me aplauda mi mujer". Letizia rompiéndose las manos como un diputado de Vox cuando habla el marido. El segundo gesto feo de Letizia ha pasado más desapercibido: "Letizia cuando daba la mando la dejaba caer y se la limpiaba un poco en la falda. Saludar a 500 personas cada cual cono la mano como la lleva... eso es muy duro". Letizia detesta el sudor y se lo seca en el traje blanco.
La mano muy sudada de la reina, después de encajarla con centenares de diputados y senadores, se la secó en su traje y en el de su hija Sofía. Quizás por eso eran blancos como delantales. Pero Felipe y las niñas encajaron el mismo número de manos, 500, y sólo Letizia se seca. No queda claro si eso es de ser muy limpia o muy sucia. O muy maniática.