Jaime Peñafiel ha hablado tanto sobre la vida erótico-festiva del rey Juan Carlos que a veces, habla demasiado. El escritor y cronista azul por excelencia ha analizado tantas veces y en tantos programas los secretos de alcoba del emérito que algún día derrapa de mala manera. Como este martes. En Cuatro al día volvieron a contar con él para hablar de las últimas informaciones sobre los negocios turbios del campechano y sobre el campo de batalla que se ha generado entre él y su amante más célebre, Corinna Larsen. Especialmente la frase que le dedicó ella al rey: "Tiene una obsesión con la mujer. No la deja salir de casa".
Pero Peñafiel entró en su conexión como si se hubiera tomado un carajillo bien cargado y se hubiera fumado un par de caliqueños. Un tono cuñao de barra de bar muy desafortunado. Chapucero en la exposición y con tufo de machismo, como le recordaron los colaboradores del programa y el mismo presentador Joaquín Prat. Dice Peñafiel: "Ayer estuve cenando con una amiga mía de la alta sociedad y ella me dijo una frase rotunda: los Reyes no se deben acostar nunca con putas, sino con señoras. Porque las señoras no largan y las putas sí. Llevaba toda la razón".
Prat le recrimina: "¡Hala, venga! Eso es poner la carga de la culpa en la mujer por el mero hecho de serlo". Pilar García de la Granja le tilda de "comentario absolutamente desafortunado". Esther Palomera no fue tan diplomática: "¡Qué barbaridad, qué vergüenza! Es un comentario completamente machista, impresentable e impropio. Es machismo vomitivo". Pero el periodista real sigue justificando su argumentación: ""Hay muchas señoras de la alta sociedad que han pasado por la cama de don Juan Carlos y no han largado. En cambio, estas cortesanas, por decirlo así, sí", mientras se hacía el sueco manifestando no entender por qué era impropio decir lo que dijo. "Es machista quien hace el comentario", remachó Prat. Puedes verlo cliqueando en la foto:
Un clásico en España: lapidar y poner el acento en las mujeres, sobre todo, si son amantes del gallardo rey Borbón... Lamentable.