Queda poco para que empiecen las vacaciones de la familia real en Marivent. Antes, sin embargo, la cita de los Juegos Olímpicos, donde se espera la presencia de Felipe y Letizia en la inauguración de París. Y ya que hablamos de acontecimientos deportivos, seguro que en Zarzuela tienen marcada en rojo la agenda de los juegos para saber cuándo se disputarán las finales de algunas competiciones, como las de equipos masculinos y femeninos de balonmano, fútbol, baloncesto, tenis o algún deporte que tenga pinta de triunfo español. ¿Por qué? Porque probablemente enviarán hacia allí a la hija pequeña de los Borbones, una infanta Sofía a quien se le está poniendo una cara de amuleto encima que se la pisa. Allí donde va la hermana de Leonor, triunfo de la Roja al canto. Allí donde va la hija pequeña de los reyes, la selección española se proclama ganadora, como pasó en la reciente Eurocopa de naciones donde los Lamine, Nico, Dani Olmo, Morata y compañía levantaron el trofeo en Berlín.
Una Sofía a quién vimos vibrar y estar nerviosa al lado de su padre en el palco y eufórica en el césped, cuando bajaron a saludar y felicitar a los ganadores. Pero es que unos meses atrás, la misma Sofía también vio de bien cerca como alguien vestido con la camiseta de la selección española levantaba otro trofeo, esta vez, todo un Mundial femenino. Acompañando aquella vez a su madre Letizia en lugar de a su padre, la infanta vio cómo las Aitana, Alexia, Jenni Hermoso y compañía se proclamaban campeonas del mundo en Sidney.
A Sofía le gusta el fútbol, y tiene pinta de que a la que vuelva a haber otra final con representación de la Roja, hacia allí que irá, por aquello de la suerte. Y es que empieza a oírse el rumor, un rumrum, que Sofía tendría que ampliar su abanico de presencias en los palcos, no solo deportivos. Concretamente, un grupo de periodistas musicales, según explica Monarquía Confidencial, están comentando abiertamente que la hija pequeña de los monarcas es como un talismán para los representantes españoles en las competiciones internacionales, "y eso ha llevado a dar un paso más allá", i és que "se ha escuchado a periodistas musicales que la infanta Sofía tiene que ir de público a Eurovisión. 'Con ella allí, seguro que ganamos' aseguran estos reporteros. 'Llevamos tres europeos y un mundial, y va siendo hora de que ganemos Eurovisión'”.
Teniendo en cuenta que el ganador de la última edición fue el representante de Suiza, Nemo, con 'The Code', por lo tanto, a quien le toca organizar el siguiente y ser el anfitrión es a este país. Dos ciudades son las favoritas para celebrarse el certamen, Basilea... y Ginebra, una ciudad donde vive la infanta Cristina y donde Juan Carlos pasa mucho tiempo, una ocasión perfecta para que la infanta se deje caer por allí... Veremos si finalmente acepta la propuesta de los periodistas musicales españoles y se rompe una sequía de ya 55 años, los que han pasado desde que Salomé ganó con Vivo cantando, el año después de que lo hubiera hecho Massiel con el La la la. Desde 1969, que se dice pronto, cuándo entonces Felipe, el padre de Sofía, tenía solo un año de vida.