Juan Carlos I se ha puesto por enésima vez en el foco mediático tras permanecer varias semanas en España para acudir al funeral de Gómez-Acebo, el cumpleaños de Victoria Federica o las regatas en Sanxenxo. El emérito cumplió con la petición de Felipe VI, ser totalmente discreto, pero está claro que alguien está detrás de esta campaña de desprestigio al exmonarca. El marido de la reina Sofía ha sido el protagonista de las últimas noticias. Tal y como se pudo saber hace unas semanas, Juan Carlos I ha creado una fundación en Abu Dabi para facilitar la herencia a las infantas Elena y Cristina, y que de esta forma su millonario patrimonio no pase por las manos de la Hacienda Pública. Pero no es la única noticia que le ha salpicado. Se cree que habría concedido sus memorias a una periodista francesa y que ese libro podría publicarse antes de finalizar el año. No obstante, la noticia bomba fueron las fotografías del emérito besándose apasionadamente con Bárbara Rey en el balcón de su casa. Unas imágenes que corroboran las relaciones extramatrimoniales del exmonarca y que no son más que una humillación a la reina Sofía.
Cristina y Elena están muy preocupados por Juan Carlos. Estas polémicas en las que se ve envuelto de forma involuntaria están mermando aún más su salud. En su última aparición se le vio mucho más delicado. Los tratamientos de medicina regenerativa no están surtiendo efecto y el exmonarca tiene que utilizar cada vez más su silla de ruedas. Casi se caía. Su rostro estaba muy desmejorada, y los rumores no cesaron.
Juan Carlos I preocupa seriamente a sus tres hijos
Juan Carlos I lleva años acarreando importantes problemas de movilidad, concretamente desde 2012, cuando sufrió una caída en Botswana. Ha sido operado de la cadera en varias ocasiones sin grandes resultados. Sus huesos están muy desgastados. El doctor ya le adelantó que con el tiempo terminaría en silla de ruedas, y ese momento ha llegado, aunque no quiera que se le vea con ella.
Pero Felipe, Cristina y Elena ocultan algo más. Sus preocupaciones no son solo por los problemas de movilidad que ya conocen desde hace tiempo. En los últimos meses, Juan Carlos ha presentado algunas pequeñas pérdidas de memoria, despistes que desde el Alzheimer de Irene de Grecia observan con lupa.
Cristina y Elena presionan a Felipe para que tome una determinación con su padre. Les gustaría que viviese más cerca de España para poder estar más cerca de él si sucede algo grave.