Parece que hay alguien detrás de esta campaña de desprestigio que se ha iniciado contra Letizia. Es más fácil hablar de ella que de cualquier otro miembro de la familia. Al pertenecer a la realeza, siempre se han ocultado sus episodios más oscuros, pero la periodista no sabía que algún día se convertiría en reina, y que esas vivencias del pasado iban a salir a la luz. Ella se comportaba como cualquier persona joven de su edad.
Se han escrito infinidad de biografías no autorizadas de Letizia. En todas coinciden las definiciones. Se habla de ella como una mujer muy fría y calculadora, demasiado distante y controladora. Una persona muy ambiciosa, que ha llegado a reina precisamente por esa ambición. De hecho, sus compañeros de TVE estaban convencidos que llegaría lejos, por lo menos como directora de informativos.
Letizia no ha sido bien recibido en Zarzuela por nadie. Los Borbón la veían como una plebeya, y la trataban como una persona inferior. Juan Carlos y Sofía hubiesen preferido una mujer de la realeza para su hijo, hubiesen tenido menos problemas. No obstante, la madre de Leonor y Sofía ha demostrado que reina se hace, no se nace, y se ha hecho con el control de la institución y de la familia. Cogió las riendas de la casa. Ahora que es reina es ella quien toma todas las decisiones. Su carácter ha cambiado por completo y eso lo reflejan bien algunos trabajadores de Zarzuela.
Letizia cogió las riendas de Zarzuela
Los empleados de Zarzuela están sujetos a contratos de confidencialidad que les impiden divulgar lo que ocurre dentro del palacio y tomar fotografías en su interior. No obstante, algunos ex empleados, bajo condición de anonimato, han roto ese silencio y describen a Letizia como una mujer empoderada y dominante, a la que llaman "La Jefa". "Ahora se ha vuelto una mujer despótica, dominante y autoritaria, que muestra una actitud arrogante hacia la Familia Real y trata al personal de Zarzuela con autoritarismo”.
Con la grave crisis matrimonial entre Felipe y Letizia, su comportamiento ha empeorado considerablemente, mostrando malos modales con todos y creyendo que está enfrentando una campaña de desprestigio. Este cambio en su actitud ha llevado a algunos empleados a pensar que está perdiendo la cordura, viendo 'fantasmas' por todas partes.