La fama de mujeriego de Juan Carlos es conocida por todo el mundo. Se casó por obligación con la reina Sofía pero nunca la quiso. Solo mantuvieron relaciones íntimas para dar a luz al futuro heredero al trono. Una vez nació Felipe cada uno tomó su camino. No dormían ni en la misma habitación. Sin embargo, jamás pensaron en divorciarse. Solo se separaron de mutuo acuerdo, no trascendió, en los actos institucionales mostraban unidad familiar.

Juan Carlos engañó a Sofía en miles de ocasiones. Un excoronel desveló que habría tenido un total de 5.000 amantes. La mayoría eran relaciones esporádicas, muchas de ellas prostitutas de lujo. Sin embargo, hay tres mujeres que conquistaron su corazón. Bárbara Rey, Corinna Larsen y Marta Gayà, con esta última mantiene la amistad. Con la empresaria alemana, a pesar de todo lo que ha sucedido entre ellos, volvería con los ojos cerrados.

Juan Carlos en el avión

El padre de Felipe ha estado con todo tipo de mujeres, modelo, cantantes, actrices y políticas. Son muchas las que no han revelado su relación con Juan Carlos. En verano, el emérito se ponía las botas. Mientras Sofía descansaba en Marivent con su hermana Irene, su máximo apoyo, el monarca se marchaba a surcar los mares a bordo de su lujoso yate. Allí se llevaba a la mayoría de sus citas. "El rey Juan Carlos en Mallorca se sentía muy libre y poco controlado", afirma la periodista Vanessa Sánchez para el programa de María Patiño. "Si se enteraba que había una fiesta en casa de algún amigo suyo se presentaba allí sin avisar", añade otro periodista, Esteban Mercader, de Última Hora.

"Él salía con sus amigas y nadie sabía qué pasaba en el barco porque era imposible seguirle todo el día en alta mar", ha empezado contando. La entonces reina le acechaba con la lancha, pero nunca les pillaba porque su marido se encargaba de tirarlas por la boda en alta mar cuando le comunicaban que su mujer estaba cerca.

El 'Fortuna' en venta de nuevo 

En estos momentos el famoso ‘Fortuna’ se encuentra a la venta, que ahora está en manos de Balearia. Cuando el emérito abdicó, renunció a la embarcación y volvió a las mismas manos de las personas que se lo regalaron, Fundatur. La empresa de transporte de pasajeros lo adquirió por 2,2 millones de euros.

Fortuna yate

A día de hoy el ‘Fortuna’ se encuentra amarrado en Denia. Solo una persona con un alto poder económico podría hacerse con la embarcación ya que no está al alcance de todos los bolsillos.

La lujosa embarcación tiene unos 41 metros de eslora. En su momento, tuvo un coste de unos 3.000 millones de pesetas, es decir, unos 18 millones de euros. 

El yate cuenta con un enorme salón, un impresionante comedor, una cocina totalmente equipada, cuatro camarotes que permiten alojar hasta a ocho pasajeros y baño.