"Espero que alguien me sustituya pronto". Eso decía Pilar de Borbó, refiriéndose a su trabajo en el Rastrillo benéfico. Como tía del jefe del Estado quiere seguir opinando de Catalunya, y se ha vuelto a lucir. Después de revelar que Felipe VI está preocupado por Cataluña, Susanna Griso la ha linvitado al plató de Espejo público donde ha dicho que el discurso del rey señalando a independentistas después del 1-O le pareció "magistral". Noticia que un Borbón vaya a un plató de TV. La infanta Pilar no recordaba ni la edad de su hermano Juan Carlos: ¿"Cumple 79 en enero, no?" Pues no, hará 80. Lo que no se olvida es la bandera rojigualda en el balcón: "tengo dos".
Griso no ha encontrado un momento para preguntarle por los papeles de Panamá, pero Doña Pilar sí que ha opinado sobre una tienda de Valladolid que ha cambiado su nombre "Los catalanes" por el más neutro "Mundo téxtil", justificándolo por la, según ella, pérdida de prestigio de Cataluña. Por el mismo motivo podría proponerle a su sobrino y rey que renunciara al título de Conde de Barcelona. Los independentistas, encantados a mostrarle la puerta de salida.
Ella es la hermana mayor de Juan Carlos: tiene 81 años. Si España no discriminara a la mujer sobre el hombre en la sucesión a la Corona ella sería la actual jefa del Estado. La reina Pilar, un nombre bien español. Pero eso tampoco lo ha criticado, parece encantada de que su sobrino haya discriminado a la primogénita y nos perdamos a una reina Elena.
Le gusta que el rey pronuncie discursos contra una parte de lo que ella considera España (los catalanes que votan independencia) sin condenar los golpes de porra del 1-O. Se dedica a presidir a una ONG benéfica pero aparece a los Panama Papers como evasora fiscal. Con tanta coherencia parece lógico que le entusiasme que se discrimine a las mujeres por el solo hecho de serlo. Y Griso asintiendo con la cabeza.