Juan Carlos de Borbón tiene las maletas preparadas para abandonar Abu Dabi durante unos días y hacerse su "spring break" particular. El emérito tiene dos destinos en mente: el Reino Unido y el Estado español. La visita a Londres será agridulce; después de que Felipe VI le prohibiera asistir a la coronación de Carlos III, la supuesta comida privada con el monarca británico se ha desinflado. Fuentes oficiales inglesas desmienten el encuentro, aunque tiene truco: al tratarse de un acto privado Bukingham no da explicaciones y alimenta el misterio. Alarmados por el posible fiasco los portavoces mediáticos del juancarlismo lanzan otra idea: aprovechar en Londres el partido de Champions entre Chelsea y Real Madrid. Como es merengón, la excusa colaría. Y ya después de la escala british llegará el gran momento: aterrizar en la península y hacer un montón de cosas. Todas ellas en su propio interés, como siempre.
El padre de Felipe VI tiene Sanxenxo, las regatas y los amigos íntimos entre ceja y ceja. Se suponía que este era una línea roja establecida por Zarzuela para dar luz verde a la visita, pero se la ha pasado por el arco de triunfo. Antes, eso sí, de poner los pies en las Rias Baixas, el ciudadano de los Emiratos Árabes tiene previsto pasar por Barcelona. Según se ha publicado quiere ver a su amigo Josep Cusí y deshacerse de propiedades inmobiliarias a Catalunya (registrado a nombre de terceros) y adelantar con el tema de la herencia fastuosa que dejará después de muerto. Una lluvia de millones como no se ha visto nunca. Una vez arreglado este tema económico, ahora sí, al lío. La vida loca. Llegará a Vigo para repetir el show de un año antes con Pedro Campos y compañía, o incluso superarlo. Lo tenemos claro muchos ciudadanos, pero sobre todo lo tiene claro una cronista real de solvencia contrastada: Pilar Eyre. Su palabra va a misa.
Pilar Eyre, implacable: "Juan Carlos viene aquí como si esto fuera Las Vegas"
Eyre sale la primera en las agendas de los productores de programas de televisión que quieren analizar la vida de la realeza española. La Sexta Xplica la entrevistó por teléfono; una conversación masa corta, porque con Pilar nunca hay suficiente, pero de contundencia brutal. Atención al repaso implacable, no se corta un pelo: "La visita de Juan Carlos pone palos en las ruedas a la modernización de la Família Real, no viene a donar hospitales, ni a visitar colegios ni a pedir disculpas. Él viene a divertirse, como si esto fuera Las Vegas, a estar con sus amigos, a comer, a pasárselo bien. Esta es la monarquía que no queremos. La monarquía del futuro tiene que ser la sencillez, la naturalidad. No tenemos que identificar la monarquía con don Juan Carlos. Es pasado. Si realmente fuera un patriota, estas visitas tendrían que acabarse". Hale, alfombra roja.
El consejo de Eyre al Borbón: "No sería humillante si..."
Mensaje de la Pilar al ciudadano Borbón: todavía está a tiempo. "Tengo todavía dudas de que venga. Tendría que rectificar y no venir. Es un acto muy egoísta. Todo esto que se está diciendo de "habrá más seguridad, 300 guardias civiles en Sanxenxo, más secretimso, no se sabrá dónde está", ¿qué sentido tiene? ¿Cuánto va a costar? Esto es imposible. ¿Cómo se va a evitar que los medios desplacen a sus periodistas a Sanxenxo? Es absurdo". Le hace una recomendación que, con casi toda seguridad, entrará por un oído del Borbón y saldrá inmediatamente por el otro: "Si viene sería el momento de dar explicaciones o pedir disculpas. No tiene que ser un acto humillante: lo humillante es que diga "explicaciones de qué" con chulería". Un insulto intolerable: "Que haga como cuando Botsuana. Que tenga respeto por el ciudadano español y a su hijo el rey. Y no me digáis que no tiene ninguna causa abierta porque ha tenido que hacer 4 regularizaciones fiscales, y hay sospechas de cohecho, de blanqueo, de comisiones que ya cobraba en la época de Franco y no se le ha podido juzgar porque era aforado".. Amén.
Llega la secuela de "Resacón en Sanxenxo". Segundas partes, ya se sabe...