Si alguien mantiene la esperanza de ver a Juan Carlos I juzgado en el estado español por su afición a recibir comisiones y regalos multimillonarios, ya puede ir despertando del sueño. Todo el mundo atisbaba el desenlace de la anunciada investigación de la Fiscalía del Tribunal Supremo, pero una decisión del Congreso de los Diputados deja bien claro lo que pasará en sede judicial: NADA. Los letrados del Parlamento español han salido al rescate del emérito y han tumbado la posibilidad de que la cámara baja hurgue en la vida de Borbón, porque es, era y será inviolable. Y punto.
No importa si Juan Carlos se ha 'forrado' (supuestamente, claro...) a lo largo de su vida gracias a su tarjeta de visita como Jefe de estado, ni tampoco que siga lucrándose de unas ganancias más que sospechosos tras su abdicación en 2014. Los abogados del Congreso dictan sentencia y envían un aviso a navegantes: a Juanito, ni tocarlo. Se puede decir más alto, con letras mayores e incluso con carteles de neón muy chillones, pero el mensaje no cambia. El spoiler es demoledor para la salud democrática española, y apesta a biscotto. Esta decisión ha indignado a la cronista real más famosa: la catalana Pilar Eyre, una de las primeras en insinuar que la monarquía española nunca pasará por el banquillo: "Los juntaletras podemos pegar cuatro grititos, pero los que de verdad mandan se han propuesto salvar al rey"
La commedia è finita. Y Juan Carlos, inmaculado, puro e intocable para los 'amos'.