Impacta ver como uno de los mayores escándalos a los que Felipe y Letizia han tenido que hacer frente durante su reinado no aparece prácticamente en ningún sitio. EN Blau sí que se ha hecho eco de la presunta infidelidad de la reina con Jaime del Burgo, su excuñado, en el ejercicio de seguir el hilo a un relato digno de telenovela. Con todo, solo algunos otros digitales han hablado, así como en TV3 se ha tratado el tema con periodistas rosas como Laura Fa y Núria Marín. Pero, ni rastro de un artículo en profundidad en los grandes medios del Estado español. Quien no ha callado ante el revuelo silenciado y ha puesto de manifiesto su opinión al respecto ha sido Pilar Eyre. A pesar de leerlo como "un tema privado", la cronista barcelonesa publicó un vídeo en su canal de YouTube en el que desgranaba el asunto punto por punto. Ha sido tal el éxito que este domingo 10 de diciembre ha deleitado a sus seguidores con una esperadísima segunda parte.
"Dos millones y medio de visualizaciones ha tenido mi último vídeo sobre lo de Letizia. La verdad es que os doy las gracias, me siento muy halagada", recalca en el inicio de una secuela que aprovecha para matizar una equivocación. "Me reprocháis lo de las fechas. Lo he estado repasando y ha sido una equivocación, pero porque Jaime del Burgo ha hecho dos mensajes un poco contradictorios. En uno explica que su relación amorosa con Letizia fue en el 2010 y el 2011. En otro mensaje explica que viajaban juntos por todo el mundo, con todos los lugares donde iban solos y en secreto. Cabo Verde, Grecia, un crucero por Estados Unidos, la campiña de Inglaterra, Provenza... Así hasta finales del año 2014. De ahí que yo haya alargado la relación", expone.
Aprovecha para destacar que comprende que el alcance del primer vídeo viene potenciado por una clarísima falta de información desde el periodismo convencional: "No quiero ser inmodesta, pero la verdad es que también sé que el éxito de este vídeo es porque no ha salido en ningún otro sitio. La prensa española continua guardando silencio respecto a este suceso que tanto interesa. Creo que este silencio se va a romper esta semana, que vamos a tener sorpresas. Por lo que yo sé, la Casa Real en esta ocasión no se ha movido. En otras sí, pero en esta no ha llamado a absolutamente nadie para censurar ninguna información. No ha llamado ni siquiera a la editorial donde se publicó el libro de Jaime Peñafiel, donde empezaron a salir estas revelaciones. No ha habido ningún tipo de censura expresa a los medios de comunicación, y si algunos han dejado de hablar o no han hablado del tema ha sido por una iniciativa propia (...). Seguir guardando silencio sobre este suceso es un grave error, francamente. Si se tratara abiertamente, que si hubiera una contestación del tipo que sea... Yo creo que se aclararían muchas cosas, que se daría respuesta a mucha gente".
Eyre remite a la prensa internacional que, a diferencia de la española, no ha dudado en compartir con el mundo la situación: "Han salido artículos en la revista inglesa Tatler: '¿aguantará la familia real española esta bomba?'. Paris Match, que el otro día os decía que no había hablado, en tres días sucesivos ya ha hablado del tema: 'la reina de España, acusada de adulterio'. También en The Telegraph y en The Times. Hoy ha salido también en varios artículos con entrevistas a Jaime Peñafiel. Ha salido en la prensa argentina, que recordemos que hoy el rey Felipe está en la toma de posesión del presidente Milei".
"Yo ignoraba completamente esta relación, si es que es cierta. Hay muchos colegas que dicen que lo sabían ya, pero yo desde luego no. Me reitero en que sería bueno que alguien diera una explicación, no se puede hablar como si no existiera esto. Cada vez que se dice en un programa 'vamos a hablar del tema del que todo el mundo habla' y hablan de otra cosa, pensamos en lo otro. Me parece una tomadura de pelo no hablar de este tema. Creo que detrás de todo esto hay una voluntad de crear inestabilidad. Hay personas que nos vamos a enterar de quiénes son seguro. Hay gente que está muy contenta con todo esto que ha pasado. No me gustaría que las cosas se hablaran dentro de treinta años, yo quiero que se hablen ahora. Ya tenemos mucha experiencia de cosas que hemos guardado muchos años y luego nos lo han reprochado con toda la razón del mundo". Y no le falta razón, así que quedamos a la espera de un estallido inminente.