El divorcio de facto de Felipe y Letizia es un secreto a voces. Lo confirma el silencio de las versiones oficiales: la revista Hola, Antena 3, Sonsoles Ónega, ABC, La Vanguardia, La Razón, El Mundo... Ninguno de los medios monárquicos se atreve a escribirlo, pero no osan afirmar lo contrario para no incomodar a Letizia. Ya nadie escribe que los reyes están enamoradísimos o que hacen un buen equipo, porque cada uno va a lo suyo. De los pocos que hablan, destaca Pilar Eyre. La cronista catalana tiene información directa y explica lo que hay: Felipe y Letizia han pactado vivir separados, ni disimular, Que Letizia solo comparezca con su marido en casos excepcionales como los actos oficiales de Leonor. Pero en bodas familiares, funerales íntimos, cumpleaños de sobrinos como Victoria de Marichalar, escapadas de fin de semana a pueblos rurales... En todos estos casos va Felipe solo. Letizia ni está ni se la espera.
Eyre aporta una gran novedad para equilibrar el relato: esta separación real no es solo por imposición de Felipe a consecuencia del escándalo de cuernos en el matrimonio, aunque Jaime del Burgo sigue desactivado. Eyre aporta un dato muy importante en su blog de Lecturas: Letizia no es la triste víctima. Ella también impone la separación conyugal por un motivo que no es Del Burgo. Es por la repugnancia que le supone la corrupción de Juan Carlos, Cristina y Elena, su familia política. No los quiere ni ver. Y tiene pactado con Felipe que no existirá ni un solol encuentro público o privado ni fotografía de estos tres borbones, el suegro y las cuñadas, con Letizia y, más importante, ni con Leonor. Son tóxicos.
Eyre: "Juan Carlos ha creado una fundación en Abu Dabi con el fin de dejar a sus hijas una herencia libre de polvo y paja. Al estar en un país extranjero, no es necesario que sepamos ni cuánto dinero hay ni su procedencia. Aunque la revista Forbes cifró su fortuna hace años en 1.800 millones de euros. Esa cifra es solo la punta de iceberg, ni él mismo sabe cuánto dinero tiene. Y aquí está la explicación de esta ruptura total de Letizia con la familia de su marido. Ahora que es reina no le da la gana de avalar con su presencia unas prácticas que a ella no le parecen de recibo. De ahí su negativa a coincidir con Juan Carlos, Elena o Cristina. Felipe también està dejando cada vez más apartada a su mujer. La soledad de la reina". Un guiño al título del libro más vendido de Pilar Eyre, La soledad de la reina, sobre Sofía. La historia se repite.
Eyre remata con un dardo muy envenenado: "Felipe, que antes mantenía un rígido cordón sanitario alrededor de sus hermanas y su padre, al parecer ahora ha decidido aflojarlo". Letizia está clavando así el último puñal a Felipe: deja en evidencia que el rey, él solo, avala estas prácticas corruptas de su padre y de sus hermanas. Es la última jugada maestra de Letizia: La soledad del rey.