Viernes 4 de noviembre. Los reyes Felipe y Letizia, luciendo sus mejores galas y su "cara de susto" habitual, a juicio de la gran Pilar Eyre, presidieron el acto en el que la Fundación del Círculo del Liceo de Barcelona celebra su 175.º cumpleaños. Diferentes autoridades fueron rápidamente a recibir a los monarcas, hacer el besamanos y rendir honores habituales. Entre los que perdieron el norte para salir en la foto, el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, la delegada del Gobierno en Cataluña, María Eugenia Gay, o el primer teniente de Alcaldia, Jaume Collboni.
Vestido azul mostrando un hombro, ella, traje negro con pajarita, él, y el resto de invitados. Aplausos, fotos, admiración del público asistente... ¿cena de gala? No. Lo que es de gala es su jeta, según la escritora y periodista experta en casa real. Eyre acaba de estrenar un podcast imperdible en su canal de YouTube donde irá desgranando todo aquello que le hierve por la cabeza. Y para empezar, qué mejor que analizar la última visita de los monarcas españoles en Catalunya. Una visita que quizás los más patriotas, y los mismos Felipe y Letizia, lucirán orgullosos en su currículum, por aquello de que es la sexta visita que hacen a Catalunya este año y bla, bla, bla. Pero nada más lejos de la realidad. Que vengan no significa que estén comprometidos con Catalunya. Que vuelvan a aterrizar en Catalunya no significa que entiendan de qué va la cosa. Y Eyre les ha leído la cartilla bien leída: "Llegaron en un coche con los cristales tintados, iban todos muy elegantes, ellos con smokings y ellas con trajes largos, se reunieron con la flor y nata de la sociedad barcelonesa catalana..., pero esta no es la Catalunya real".
Consejo brutal de Pilar Eyre a los reyes, por si verdaderamente quieren tener una conexión con nuestra tierra y con "tender un puente con Catalunya, como siempre dice Felipe en sus discursos, no tienen que hacer solamente estas cosas elitistas y pijas" y les dice, para que tomen nota en Zarzuela, cuál es la Catalunya real: "que se reunieran con enfermeras, con médicos, con profesores, con estudiantes, que fueran a La Boquería, al Colegio de Periodistas, al Colegio de Abogados, que se reunieran con colectivos que están en paro o gente que está sufriendo una crisis económica, con pescadores, con gente que tiene restaurantes que lo está pasando mal...". La escritora, harta de que vengan con la limousina, "con los cristales tintados", reunidos con las élites y después, adiós muy buenas. "'Hemos ido seis veces este año a Catalunya'..., dicen con orgullo. No, esto no es ir a Catalunya. ¿Qué tipo de asesores tienen? ¡No lo entiendo! Es tener una visión muy pobre de lo que es este país y haber renunciado a tener ningún tipo de conexión. Así no se crea ni cariño ni admiración":
Eyre, sensacional. No cuesta nada imaginar, sin embargo, que cuando Felipe y Letizia vuelvan a venir a Catalunya, no irán ni a La Boqueria, ni charlar con pescadores ni con enfermeras... No cuesta nada imaginar que cuando vuelvan a venir aquí, lo que predominarán serán, una vez más, los vestidos de gala.