Una de las conclusiones que nos está dejando el confinamiento es que en el Polònia de TV3 van sobrados de talento. En los momentos más inesperados y complicados es cuando se demuestra la pasta de la que están hechos algunos. Y el ingenio del programa satírico de TV3 está aprovechando como nadie la situación. Gags hilarantes grabados con cada actor en su casa. Y este jueves, uno lapidario dedicado a los Borbones.
Juan Carlos está desaparecido del mapa. ¿Por ser persona de riesgo y estar temeroso del contagio? También. Pero básicamente por los escándalos con sus cuentas fraudulentas, los penúltimos episodios de un ser que se creía Dios y que ahora se esconde como los miserables. El emérito no recibe casi visitas de su familia. Sofía de tanto en tanto, Felipe, con cuentagotas. ¿Y Letizia? No consta que suegro y nuera se hayan visto ni un segundo durante la pandemia. Y menos, después de saber con qué sobrenombre se refiere él a ella.
Ahora, Polònia ha roto el hielo con un sketch maravilloso. La reina, interpretada por Agnès Busquets, le escribe una carta al campechano. "Querido Juan Carlos, querido suegro, tenga por seguro que tanto Felipe como yo no damos ninguna credibilidad a los rumores. De ninguna forma creemos, como insinúan algunos, que usted sea un chorizo oportunista, cínico y faldero al que le importa un comino el pueblo al que representa. Esperamos que esté bien de salud y disfrutar muchos años de su grata compañía". Una carta demasiado amable sabiendo el odio que se profesan los dos. Pero faltaba la guinda sublime:
La presencia del criado de Letizia, un Fulgencio con cara de la pareja de Busquets, el periodista Roger de Gràcia. Su madre ha tenido coronavirus, y la reina, después de ordenar que abrazara a la madre, emplaza al sirviente a lamer con fruición el sobre y a toser en su interior. Una carta envenenada y una Letizia guiñando el ojo al espectador...
...y uno de aquellos gags demoledores que probablemente, tienen mucha más verdad de lo que parece.