La prensa del corazón en España tiene la convicción de que no puede ser crítica con la Casa Real. La prensa rosa se considera a sí misma prensa de evasión, aspiracional y wannabe: los lectores quieren observar vidas ajenas de gente guapa, rica y feliz. Y eso excluye la crítica. Una especie de autoengaño que en tiempo de crisis cae por su peso.
La prensa rosa también puede exigir reyes que se acerquen a la gente. La revista Hola disparó con un artículo crítico con el papel de Letizia ocultando a las hijas por el coronavirus. La presión las hizo acabar saliendo. Ahora otra publicación es crítica en portada:
Letizia no convence. En todos los quioscos de España un titular inédito para abrir una revista. Foto de la reina tan feliz sin un complemento que ya lucen la mayoría de reinas europeas: una simple mascarilla. Letizia no sale de Palacio. Todas las imágenes son de despacho y sin acercarse a un súbdito, un hospital, una residencia. Nada. La revista humilla a Letizia poniendo fotos de las reinas belgas y holandesas con mascarilla: "Letizia se limita a los despachos desde palacio mientras otras soberanas siguen activas a pie de calle".
Si incluso las revistas rosas empiezan a disparar a Letizia quiere decir dos cosas: que Letizia lo está haciendo muy mal y que la Corona está perdida.