Uno de los personajes televisivos más únicos e inclasificables de las televisiones españolas sin duda es Torito. Quique Jiménez ya hace muchos años que se ha ganado a pulso un lugar en las parrillas del país gracias a su desparpajo, a su peculiar retahíla de expresiones lingüísticas, a su irreverencia y a menudo, a sus looks, como el que llevó durante muchos años con unas enormes rasta, o las grandes gafas que lo caracterizan.

Salido de la factoría de Jordi González en el Vitamina N de City TV, el menorquín dio después el salto hacia Telecinco, de donde no se ha marchado nunca. TNT, La Noria, Vuélveme loca, ¡Qué tiempo tan feliz!, Sábado Deluxe o Viva la vida han podido disfrutar de sus ocurrencias, su velocidad de réplica y la originalidad de los temas que ha tratado, a menudo con un punto de morbo, y diciendo a las cosas por su nombre.

Torito tiene lo que pocas personas tienen en la televisión: la capacidad para hacer llorar de risa, a mandíbula batiente, pero también de emocionar y conmover cuando se confiesa y cuando habla de él sin ambages. Lo hizo hace unos meses reconociendo que tiene una enfermedad crónica: "Tengo 43 años. A veces es difícil hacer reir cuando tu corazón solo quiere llorar. Hace 15 años me levanté y fui al supermercado. Por el camino no podia respirar ni caminar. Me senté en un banco y no había manera. Fui a urgencias en taxi y me ingresaron de lo mal que me vieron. Estuve más de dos semanas ingresado y me convertí en un enfermo crónico de una de las enfermedades más letales del mundo".

Torito (Telecinco)

Pero cuando se trata de provocar una carcajada en el espectador, no tiene rival. La revista Diez Minutos lo ha sometido a un test rápido de preguntas comprometidas. Y él responde como siempre hace, sin morderse la lengua. ¿A qué famoso le cocinaría? "A Irene Rosales, porque como sé que come muy poco, le pondría lo que me puso ella: tomate, un poquito de mozzarella, atún y a tomar viento". ¿Y el personaje más difícil de entrevistar? "Me lo llevo en el corazón: Miguel Bosé, te amo... Que me echaste de una rueda de prensa...". ¿Por quién lo dejaría todo? ha sido la pregunta más fácil de responder: "Por mi hijo Nathan, él me dice 'ven' y 'tras'".

Pero sin duda, la pregunta que ha recibido una respuesta más original ha sido cuando le han pedido "¿Qué le preguntarías a la reina?". Y Torito lo tiene claro. Quizás muchos le preguntarían a Letizia, si pudieran, por sus suegros, por Felipe, por su pasado o por su futuro. Otros se decantarían por sus modelitos. O qué se siente siendo la reina de los españoles después de haber empezado siendo una periodista. Pero la curiosidad de él radica en otro hecho cotidiano...: "Le preguntaría si en Palacio, los pedos huelen".

La monarquía hace tufo de muchas cosas, de podrido o de corrupción, por decir dos ejemplos. Pero nunca hasta ahora nos habíamos planteado la cuestión de Torito. De momento, nos tendremos que conformar con la anécdota que explicó Marc Giró, cuando se tiró un pedo en un ascensor donde, acto seguido, subió Letizia. Imperdible. Larga vida a los Marcs Girós y Toritos de este país.