Leonor se encuentra inmersa en su formación militar. El pasado jueves 17 de agosto ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza donde iniciará la formación militar obligatoria para cualquier Jefe de Estado. En este primer año realizará dos cursos en uno con el ejército de tierra. Felipe, Letizia y Sofía acompañaron a la adolescente a este día tan importante para ella. Casa Real hizo público el pasado fin de semana las primeras fotografías de la princesa en sus clases. En una de ellas se la puede ver con el uniforme reglamentario con la bandera de España bordada y el escudo del centro militar con sus apellidos, ‘Borbón Ortiz’. La joven se recoge el pelo en un moño con unas horquillas como figura en las reglas, cara lavada y ninguna joya. Aparece realizando actividades con sus compañeros y atendiendo a clase.
Los reyes no han querido que se dé un trato de favor a Leonor en su formación militar. Será tratada como al resto de cadetes. La adolescente convive en una habitación de 11 cadetes, comparte lavabo y duchas, aunque cuenta con una sala exclusiva para su descanso. Pase lo que pase, la hermana de Sofía obtendrá la máxima nota una vez finalice los cursos, de esta forma recibirá la máxima distinción y recibirá la condecoración de todos los ejércitos.
Leonor se ahorra las pruebas físicas
Leonor no ha tenido que someterse a ninguna prueba para entrar en la Academia. A diferencia del resto de cadetes, ella tenía una plaza asegurada. Para entrar en el centro militar es indispensable que los alumnos hayan aprobado la selectividad con más de un 12 de nota de corte. En el caso de la princesa de Asturias cumple con ese requisito, ya que ella estudió bachillerato internacional y le convalida con cualquier carrera pública. No necesita pasar por la selectividad. También supera el nivel de inglés, desde pequeña le han dado clases de idiomas y protocolo. Sin embargo, aunque estuvo todo el verano practicando con un entrenador personal especializado en este tipo de pruebas, en el gimnasio y en los exteriores de Zarzuela, no le ha hecho falta realizar las pruebas físicas ni tan siquiera aprobarlas.
La princesa de Asturias se muestra ilusionada con esta nueva etapa de su vida. No obstante, es cierto que a ella no le interesa mucho la formación militar, pero no le queda más remedio. Las primeras pruebas físicas a las que se ha sometido la adolescente estos días la han dejado KO y no ha sido ni mucho menos la primera de su clase.