El torbellino de controversias que rodea a la ex actriz de Hollywood y al príncipe rebelde de la realeza británica no parece tener fin. Meghan Markle, quien junto a su esposo Harry, duque de Sussex, ha estado en el centro de un huracán mediático desde que decidieron abandonar sus roles reales en 2020, podría enfrentarse a un cambio drástico en su título nobiliario. ¿Estamos a punto de conocer a la "princesa Harry"?
El año 2020 no solo será recordado por la pandemia, sino también por la explosiva renuncia del príncipe Harry Meghan Markle a sus roles como miembros senior de la Familia Real británica. Decidieron, en un giro inesperado, dejar atrás sus deberes reales y mudarse al otro lado del charco, buscando una vida más independiente en Estados Unidos. Sin embargo, este movimiento no ha estado exento de consecuencias y escándalos.
Una renuncia que sacudió Buckingham Palace
Al renunciar a sus roles, Harry y Meghan también renunciaron a sus títulos de "Su Alteza Real" y dejaron de recibir fondos públicos del presupuesto de la monarquía. El príncipe Harry perdió, además, sus preciadas condecoraciones militares y su papel como embajador de la Commonwealth. No obstante, la pareja conservó los títulos de duque y duquesa de Sussex, un generoso regalo de la reina Isabel II en el día de su boda, el 18 de mayo de 2018. Este título les permitió mantener sus patrocinios privados a organizaciones y proyectos sociales que habían apoyado antes de su renuncia.
No obstante, el uso continuo de sus títulos nobiliarios ha generado críticas y resentimiento, sobre todo al ver a la pareja capitalizar este regalo de la fallecida monarca para firmar lucrativos contratos con gigantes del entretenimiento como Netflix y Spotify. Sin embargo, dado que dicho título fue otorgado por la reina Isabel a través del matrimonio, solo alguien de su misma posición, en este caso el rey Carlos III, tendría la autoridad para despojarlos de él.
La nueva princesa Harry: un título controversial
Ahora bien, la editora en jefe de Majesty Magazine, Ingrid Seward, ha arrojado una bomba mediática al sugerir que, si el rey Carlos III decidiera despojarlos de sus títulos de duques, Meghan Markle se convertiría en "princesa Harry". Sí, has leído bien. Según el protocolo real británico, la esposa de un príncipe puede adoptar el título de princesa, pero solo si usa el nombre de su marido. Esto significa que, si Meghan pierde el título de duquesa de Sussex, automáticamente adoptaría el título de "princesa Harry", un cambio que podría causar más de un dolor de cabeza tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos.
Ingrid Seward explicó: "Harry seguirá siendo un príncipe de sangre y Meghan, en lugar de ser la duquesa de Sussex, sería la princesa Harry. Aunque sería realmente confuso, al menos para los estadounidenses. Lo mejor será dejarlo, parece innecesario. La reina le dio los títulos. Lo mejor es dejarlos, ignorarlos y dejar que sigan adelante, que es lo que están haciendo Palacio y la familia real". La pareja, a pesar de no poder representar formalmente al rey Carlos III, no parece estar en peligro inminente de perder sus títulos nobiliarios. Harry continuará siendo príncipe por nacimiento y mantiene su posición en la línea de sucesión al trono. Sin embargo, la sombra de un posible cambio en sus títulos sigue causando revuelo y manteniendo a los medios y al público en vilo.