El libro Leonor: el futuro condicionado de la monarquía pretende ser una biografía de una niña de 12 años, la princesa de Asturias. Su autora, Carmen Remírez de Ganuza, está de promoción y en una entrevista publicada por el diario El Mundo aborda uno de los rumores más espinosos: ¿tiene la futura jefa del Estado español una discapacidad? La autora no lo desmiente sino que lo relaciona con la reina Letizia obsesionada por mantener la imagen de su hija alejada de la opinión pública. ¿Oculta eso una discapacidad de Leonor? Pregunta: Qué le dice a aquellas personas que aseguran que SAR la princesa Leonor tiene algún tipo de discapacidad y esta es una de las razones del ocultamiento excesivo en el que vive. Respuesta: "No es la presunta discapacidad la causa del ocultamiento sino que el ocultamiento agranda y convierte en verosímil el rumor de la discapacidad. No hay ninguna constancia acerca de ello en el caso de la princesa, al contrario, la Casa lo desmiente de manera oficiosa".

Hay mucha literatura en torno a los Borbones y la biógrafa de la princesa admite que la manía de Letizia por mostrar el mínimo posible sus hijas, contrariamente a lo que hacen las monarquías europeas, aumenta esta literatura. Acaba reconociendo:"En el caso remoto de que un heredero de la Corona sufriera una enfermedad, la monarquía tiene recursos sobrados para solventar el problema. No hay más que repasar la cadena de renuncias que precedieron a la llegada de Juan Carlos". Leonor no tiene nada, y si lo tuviere, corre la línea sucesoria: entra Sofía.

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De la infanta Sofía, la biógrafa explica: "No va a tener un papel muy fácil. Su destino estriba al estar en la reserva. Leonor es más retraida y hasta más infantil que su hermana pequeña, por cierto, ya más alta. Yo diría más bien que la princesa apunta a Grecia y la infanta, a Borbón". Queda claro que la autora del libro considera que la hija mayor de los reyes es "más infantil y bajita" que la pequeña, pero no lo atribuye a ningún problema de salud. El análisis del papel de Leonor pasa necesariamente por el primer acto presidido por la princesa, el de Covadonga.

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Según la analista, la heredera estuvo "correcta como siempre, pero demasiado tímida y atornillada a su padre, el rey. Creo que se va a tener que ir poniendo las pilas en su necesario rodaje institucional en solitario". Una imagen muy gráfica, la princesa atornillada al rey y el rey atornillado al trono. Archivado el caso Corinna, España tiene Corona para rato.