Justo después de que la princesa Leonor dé un salto cualitativo el próximo sábado en Asturias, en el que será su primer acto oficial como heredera de la Corona, la hija mayor de los reyes de España volverá a la escuela. A una escuela que ha tenido que cambiar los hábitos de arriba a abajo precisamente por la presencia de la niña Borbón. Y una escuela que ha vivido situaciones peculiares protagonizadas por la hija de Felipe y Letizia y su mundo de colores en que parece vivir la familia real.
El centro educativo de Santa María de los Rosales vio el ingreso de la princesa Leonor cuando esta tenía cuatro años. Una Leonor que cuando llegó no entendía cómo el resto de los niños no eran acompañados por policías a todas partes. Sin embargo, nunca ha habido escoltas reales en las aulas de la escuela, aunque tanto ella como su hermana Sofía tienen adscrita seguridad femenina en el interior del recinto, según explica el portal Vanitatis.
Cuando Elionor ha sido invitada a alguna fiesta de cumpleaños de algún compañero de clase, Letizia ha estado en persona vigilando lo que comía o dejaba de comer su hija. Y es la reina no soporta las golosinas. Incluso, en una fiesta la niña tenía ganas de comer chuches y para evitar que su madre se lo prohibiera, se las puso todas en la boca y con la ayuda de un padre que distrajo a Letizia, se las pudo tragar todas de golpe. Un marcaje estricto de la reina hacia su hija que también hizo que la abroncara porque en una ocasión comentó a los compañeros y amigos de clase que en su casa tenían los mismos platos y vasos que en el comedor de la escuela. Lo que pasa en casa se queda en casa. De Zarzuela ni mú. Para evitar filtraciones de las amiguis de la niña, sólo han dejado visitar Zarzuela a un par de niñas y últimamente, algún niño. Pero Leonor sabe que no puede hacer como el resto y hacer fiestas en su casa porque en una ocasión pillaron a uno de los niños haciendo fotos de la casa. Un aprendiz de paparazzi.
Cuando Felipe, Elena y Cristina fueron a la misma escuela hace años, la reina emérita Sofía nunca intervino en el menú de los niños. Pero Letizia es mucha Letizia e hizo que eliminaran las grasas, las frituras y los dulces. La obsesión de la reina por comer sano hizo que un día les preguntara a unas amigas de su hija si en casa comían pan de espelta. ¿Qué le respondieron las niñas? "De esa marca no tomamos. Tomamos pan de barra".
Capítulo aparte merecen las típicas funciones escolares protagonizadas por los alumnos. Aquellas representaciones musicales y teatrales donde los padres, las yayas, los hermanos, los primos o la tía del pueblo no paran de hacer fotos y vídeos orgullosos de sus hijos haciendo alguna performance. Pero en la escuela de Leonor han prohibido grabar estas funciones. Como mínimo, en las que intervenga la hija de los reyes. Hubo padres que se quejaron amargamente, tal y como explica el portal. Pero se han tenido que aguantar y ahora es una persona de la confianza de la familia real quien graba la función y hace copias editadas a los padres.
No sólo eso, también hay un protocolo: sólo pueden asistir dos padres por niño o niña. Ni yayas, ni hermanos, ni primos, ni la tía del pueblo. Además, los padres que van a las funciones están colocados por orden alfabético. Da igual que lleguen antes de tiempo. Me imagino que si hay algún Zorrilla, Zabaleta o Zunzunegui en la clase de la niña, los padres estarán contentos.