En plena polémica sobre la sobreprotección que Letizia impone a sus hijas, la revista Hola ha informado en exclusiva que la princesa Leonor, el domingo que hizo un feo a su abuela después de la misa de Pascua, iba maquillada. Si en todos los hogares españoles con hijas menores de edad se debate cuándo conviene que salgan maquilladas a la calle, en Zarzuela lo tienen claro: a los 12 años. La hija mayor del rey Felipe va pintada. El semanario mejor informado de los Borbones, Hola, escribe este subtítulo tan de su estilo: "Todavía viste como una niña, pero ya se atreve con un maquillaje muy sutil: sombra nácar. línea corta en el centro del párpado inferior-como la Reina-, y "eyeliner" emmarcando las pestañas". Ahora se entiende mejor el segundo vídeo del mal gesto de Letizia a su suegra: cuando Sofía besa la frente de la niña y Letizia se la limpia, no sufría por el maquillaje de la reina Sofía sino por el maquillaje de su hija Leonor.
El make up infantil es casi imperceptible para los no expertos pero Hola se ha informado directamente de fuentes de Zarzuela, que han explicado cómo vestían las niñas: "Las dos hermanas se ponen de acuerdo: cambian las trenzas por la melena trabajada con volumen, eligen dos "looks" primaverales- Sofía a juego con la corbata del Rey- y llevan un complemento común: merceditas de ante en gris".
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A misa maquillada de miss. Como en aquellos concursos de mises infantiles que tan bien retrata la película Pequeña Miss Sunshine o como las fiestas de cumpleaños de niñas de ciertas culturas que consideran que a los 12 años ya dan el paso a ser una mujer, por el primer gran cambio femenino. La reina Letizia quiere proteger a la heredera de la sobreexposición pública, pero si se pone, se pone bien. La biblia de los Borbones, Hola, sigue explicando qué le espera a los padres con una hija pre-adolescente y a España: ""La princesa no tardará en empezar a hacer planes con su pandilla. La entrada a la adolescencia implica más presencia en la agenda pero también más independencia personal". Todo irá bien mientras su pandi no sea la de su primo Froilán.
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Los monárquicos defienden que la niña se tiene que poder mostrar con naturalidad. Si es con la cara pintada o no, dependerá de Letizia, obsesiva de las apariencias hasta el punto de haberse operado pómulos, barbilla y nariz en varias ocasiones. La niña, de momento, sólo eyeliner.