Desde los posados de Ana Obregón en bikini saliendo del agua para inaugurar el verano que no se hablaba tanto de unas imágenes hechas en la arena de una playa. ¿Su protagonista? El príncipe Carlos de Inglaterra. Una de las características que siempre han destacado los tabloides británicos del hijo de la reina, es que, como mínimo en el look, es un auténtico gentleman. Alguien con charm que siempre va vestido de veintiún botones, y que mantiene un porte elegante.
Pero ahora se le ha visto la parte oculta que se escondía bajo las americanas y las corbatas. Porque a Carlos los paparazzis lo han pillado en la playa de Barbados, donde ha ido con su pareja, Camilla Parker Bowles. Una pillada monárquica muy mediática, que ha alborotado a la prensa de su país. Sin darse cuenta de la presencia de los reporteros gráficos, Carlos se baña tan tranquilo y pasea relajado bajo el sol del Caribe. La etiqueta queda guardada en Buckingham y en la playa, lo que se ha visto es un cuerpo entre rosado y blanquecino, luciendo un bañador floreado de color crudo. Los principales medios de Gran Bretaña se han hecho un amplio eco de las imágenes, y casi todos, de manera positiva: "Impresionante", dice el Daily Mirror de su físico, comparándolo ni más ni menos que con James Bond; el Daily Mail de su parte, destaca su atlética figura a los 70 años e incluso titulaba la información titulando "Su Alteza Fibrada", destacando que tiene un cuerpo más propio de alguien diez años más joven. O The Sun, que se fija en las 180 libras que cuesta la pieza que cubre los royals de Carles.
El príncipe y la duquesa de Cornualles están de gira por el Caribe, donde aparte de Barbados también visitarán San Vicente, las Granadinas o las Islas Caimán, con el objetivo de fortalecer los vínculos de su país con estos otros pertenecientes a la Mancomunidad de Naciones. Decidieron tomarse un descanso en su agenda que durante diez días estaba llena de actos.
Por eso, a pesar de los elogios de la prensa que ha enseñado su cuerpo en bañador, Carlos ha contraatacado duramente después de verse. Hasta el punto que uno de sus abogados ha enviado un texto a la Asociación de la Prensa del Reino Unido indicando que "Su Alteza Real se encontraba en un momento de descanso durante una gira oficial en el que se esperaba que fuera respetada su privacidad". No es la primera vez que el príncipe se irrita con la prensa. El año 94, en unas vacaciones con unos amigos en un castillo de Avignon, en el sur de Francia, se asomó a una ventana desnudo. Un paparazzi lo pilló. La foto se vio en la revista Bild y entonces, incluso la BBC lo comparó con el David de Miguel Ángel.