Hace tan solo unos días, los mellizos Jacques y Gabriella hicieron una aparición pública junto a sus padres, Charlene y Alberto de Mónaco, y su prima, Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco. Sin embargo, su expresión no era la de niños felices disfrutando de un picnic familiar, sino más bien la de jóvenes que saben que están a punto de volver a la rutina escolar. Y es que, aunque en el pasado los herederos de Mónaco eran educados en el Palacio, ahora parece que se han unido al común de los mortales y asisten a la escuela regular. Eso sí, con una serie de privilegios dignos de la Casa Real a la que pertenecen.
La educación de Jacques y Gabriella Grimaldi ha sido todo menos convencional. En 2018, la princesa Charlene anunció en su cuenta de Instagram que los mellizos habían comenzado su educación en Le Petite École, un jardín de infancia privado que tiene un costo de 25,000 euros por curso. Apenas tenían cuatro años cuando empezaron su travesía educativa en una escuela que sigue los principios de la pedagogía Montessori. Sin embargo, al año siguiente, cambiaron de nuevo de centro escolar y se inscribieron en la escuela Stella en el barrio de la Condamine, un centro público recién inaugurado. Aparentemente, esta experiencia no fue satisfactoria, ya que, al año siguiente, realizaron otro cambio.
El Palacio como aula: un lujo al alcance de pocos
Durante la pandemia, en ausencia de la princesa Charlene, el príncipe Alberto tomó decisiones un tanto elitistas en cuanto a la educación de sus hijos. Los transfirió a la Institution François d'Assise-Nicolás Barré (FANB), una escuela privada y católica. Esto planteó la pregunta de por qué no habían elegido esta escuela desde el principio, ya que cubría desde la guardería hasta la educación secundaria. Pero los cambios no terminan aquí. Durante el curso escolar 2021, sorprendentemente, los mellizos dejaron de asistir a clases en el colegio sin previo aviso. El príncipe Alberto, ejerciendo su autoridad como soberano del país, organizó una pequeña aula de la FANB en la antigua guardería del Palacio Grimaldi. Esto levantó aún más polémica sobre los privilegios de los príncipes.
El príncipe justificó esta decisión argumentando que habían trasladado una parte de la François d'Assise-Nicolás Barré al Palacio debido a la pandemia por coronavirus. De hecho, este régimen de escolarización en casa tenía los mismos profesores que habrían tenido los niños si hubieran estado físicamente en la escuela. Un lujo solo al alcance de unos pocos. Además, sus cuatro mejores amigos también asistían al “colegio del Palacio”, mientras que Jacques y Gabriella seguían practicando deportes en la FANB.
Desviación de las normas escolares
Pero eso no es todo, los mellizos Grimaldi parecen desviarse incluso de las normas escolares más simples. El año pasado, optaron por no usar el uniforme reglamentario, desafiando así una tradición común en muchas escuelas. Además, este año comenzaron las clases una semana más tarde que sus compañeros, y por primera vez en sus vidas escolares, lo hicieron por separado. No obstante, la revista francesa Gala informó que los hijos de Charlene y Alberto de Mónaco debían haber asistido puntualmente a clases estos últimos días, pero hasta ahora no hay información al respecto sobre ellos.