Este miércoles, como cada miércoles, es día de revistas del corazón en los quioscos. Y como cada miércoles, el imprescindible artículo de opinión de la gran Pilar Eyre en la revista Lecturas es la pieza de obligada lectura. Un artículo donde se habla de dos 'Cocos', de Coco Chanel y de un amigo del rey Felipe que acaba de morir, Fernando Gómez-Acebo, el hijo pequeño de la infanta Pilar de Borbón, sobrino de Juan Carlos y primo e íntimo de Felipe, que ha fallecido a los 49 años de forma repentina después de meses luchando contra una insuficiencia respiratoria. Una muerte que provocó una sacudida emocional en los Borbones, especialmente en el primo del difunto, el monarca, que tenía un gran vínculo sentimental con su primo. Un Felipe que fue solo al entierro en el cementerio sacramental de San Isidro, ya que su mujer Letizia no le acompañó, como sí había ido la noche anterior al tanatorio de Alcobendas al saberse la noticia.
De la ausencia de Letizia en el entierro, Eyre explica que aunque "era una ceremonia íntima, aun así estaban Colate Vallejo-Nágera, Antonio Carmona, de Ketama, y Laura Ponte. Pero la reina no fue y, al ser domingo, no podía achacarse esta ausencia a ningún compromiso profesional". La periodista y escritora recuerda qué relación tenía la reina con el primo de su marido, íntimo de Felipe y con quien el Borbón tenía una grandísima relación después de coincidir mucho cuando se juntaban todos los primos cuando eran más jóvenes. Explica Eyre que mientras Felipe y Letizia empezaban a ser novios, con ella en TVE y él todavía príncipe, tuvieron mucha relación con Gómez-Acebo, "al que llamaban Coco". Debido a su carácter extrovertido, fue el encargado de establecer puentes entre los Borbones y la familia de la reina, los Ortiz: “Felipe adiestraba a sus parientes y amigos para que nos dieran conversación, y a Coco Gómez Acebo le había tocado la misión de civilizarnos”, explica contundente el primo de Letizia, David Rocasolano, en su famoso libro 'Adiós, princesa.'
Y en las páginas del mencionado libro, Eyre recuerda una anécdota significativa, que provocó "desconcierto" y estupor, y probablemente, también indignación, en la misma Letizia y su familia. Y es que 'Coco' un día les hizo una pregunta que les dejó fuera de juego, una propuesta surrealista que les dejó con el pie cambiado: “Me voy a cazar lobos a Ucrania ¿por qué no os venís, coño? ¡Podemos pasar unos días divertidísimos!”... ¿La reacción? De sorpresa total: “Nos quedamos estupefactos. Todos éramos trabajadores con economías plebeyas, Telma no tenía ni coche, Erika y Antonio sobrevivían penosamente... ¡y ningún lobo nos había hecho nada para desear matarlo!”. ¿Y Letizia?: "Puso su 'cara de Telediario' y 'el bueno de Coco' siguió insistiendo hasta que se cansó", relata la escritora.
Evidentemente, pasaron olímpicamente de la propuesta del ahora difunto de ir a cazar lobos a Ucrania, y más, una Letizia que siempre se ha mostrado como una firme defensora de los animales. Después de la boda de Felipe y Letizia, "la relación con la familia de Felipe, tanto con las cuñadas como con los hijos de Pilar o los de Margarita, se fue enfriando hasta que dejaron de tener contacto fluido, al menos por parte de Letizia. Cuando el rey quería verlos acudía solo a su casa, incluso a los bautizos y aniversarios"... No nos extraña. Que viene el Coco debería pensar Letizia después de esta propuesta. Por cierto, decíamos al inicio que Eyre hablaba de dos 'Cocos'. La otra es Coco Chanel, a quien cita cuando ha visto el reciente corte de pelo de Letizia, con la melena mucho más corta de la habitual: "Como dijo Coco Chanel, una mujer que se corta el pelo está a punto de cambiar de vida"... Estaremos atentos.